1. Grado de consecución de los objetivos

Otro año más hemos logrado alcanzar los objetivos que nos habíamos planteado en este proyecto en el que la continuidad constituye un factor determinante: Esperanza, Daniel, Marian y yo formamos el núcleo que perdura; y este año hemos incorporado la valiosísima aportación de los compañeros Felipe, Ramón y Ana, que han ayudado en lo musical, en la preparación de los eventos y, además, han trabajado distintos aspectos relacionados con el arte con sus alumnos.

Los objetivos propuestos han sido plenamente alcanzados: hemos dinamizado el centro y hemos promovido el interés de nuestros discentes por la música y la poesía. Hemos aprovechado la coyuntura de los distintos eventos (el Día de La Paz, La Sub27¿) para recordar a los alumnos la importancia de ser fieles a unos valores y a ser críticos con la sociedad en la que viven. Al involucrar a distintos departamentos (Lengua y Literatura, Música, Francés, Matemáticas, Administrativo, Educación Física¿) hemos sabido transmitir al alumnado una visión de unidad y cohesión. Han visto la importancia de trabajar en equipo para conseguir un objetivo común.

 

2. Nivel de interacción entre los participantes

Siempre resulta complicado coordinar actividades que involucran a tantísima gente. Y el asunto se complica cuando tenemos por medio a alumnos (y, sobre todo, alumnos de 2º de Bachillerato, a las puertas de la temida PAU) e incluso a padres (como será el caso de las actuaciones planeadas para el acto de Graduación que tendrá lugar el próximo 27 de junio). No obstante, el trabajo conjunto fortalece el vínculo (por suerte, ya fuerte de por sí, como mencioné previamente) entre los integrantes de este grupo: profesores con profesores y profesores con alumnos.

Obviamente, al no disponer de tiempo específico en nuestro horario para ello, hemos tenido que tirar de recreos (muchos, muchísimos, innumerables): de forma individual y en grupo; así como de tardes en casa preparando partituras y largas conversaciones por whatsapp para buscar huecos y ultimar detalles. El balance final es muy positivo, como no podía ser de otro modo: en la base de una buena canción son necesarios todos y cada uno de los instrumentos. De igual modo funcionamos nosotros.

 

3. Grado de aplicación en su contexto educativo

Inmediato. Este proyecto perdura a lo largo de distintos cursos por el reconocimiento inmediato de su valía: inculcamos valores que van mucho más allá del aula. El conocimiento cobra vida, se vuelve atractivo y resulta divertido. Para ello resultan imprescindibles el trabajo individual y el grupal, ya que la suma de ellos hace que cada actuación mejore tanto técnica como artísticamente. No hay más que ver años de actuaciones previas para ver cómo, año tras año, nos vamos sofisticando y la demanda del alumnado para participar en ellos (así como la implicación en estos una vez aceptados) es mayor y mejor a cada curso que pasa.

 

4. Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

El claustro de profesores (en su mayoría, todo hay que decirlo), así como el alumnado del centro ha asumido la rica aportación de la frenética actividad musical que existe en este centro, impulsada por el Departamento de Música y, muy especialmente, por este grupo de trabajo. El trabajo incide en una notable

 

5. Destacar aspectos que hayan resultado interesantes

Lo más interesante de este GT es todo aquello que, por suerte, no es mesurable: las risas durante los ensayos; esos preciosos momentos en que las voces empastan a la perfección con la atmósfera creada por los instrumentos; el alumbramiento de una melodía a partir de un poema de Machado; el ayudar a través de la música a nuestro alumnado a cumplir el viaje de sus sueños; el mirar desde el escenario y ver los rostros emocionados de los asistentes; la ovación y el reconocimiento de unos alumnos a otros; las relaciones y los vínculos tan especiales que se crean entre alumnos y profesores: en general, todo aquello que hace que sigamos año tras año trabajando con la ilusión intacta y que me lleva a afirmar que, a día de hoy, este instituto se define en gran parte por todo lo que hacemos.

 

6. Destacar aspectos susceptibles de mejora

En todo proyecto hay siempre un margen de mejora. No obstante, si echamos la vista atrás y contemplamos todo el trabajo que hemos realizado, no podemos sino sentir un gran orgullo. Siempre podremos mejorar la organización, pero no será por falta de ánimo sino por falta de tiempo. Y para ello no sé si tenemos muchas opciones: los horarios de clase deben ser respetados y no hay huecos para ello. Y es que organizar estos actos conlleva un sacrificio enorme: tiempo, tiempo y más tiempo para ensayar, organizar y ecualizar.

Al no contar con espacios en el horario para ello, resulta muy complicado realizar esa parcela del trabajo que ha de desarrollarse conjuntamente con otros compañeros; y no digamos ya cuando se trata de alumnos que no pueden perder clase.

A esta dificultad hemos de añadir la de los medios técnicos. Muchas veces hemos tenido que aguzar el ingenio y realizar improvisaciones a última hora al fallar minutos antes de algún acto la mesa de mezclas del centro. En este sentido hemos pedido ayuda al AMPA del centro para comprar un nuevo equipo, ya que estos actos, de un tiempo a esta parte, se han convertido en un pilar esencial de la vida cultural de este centro.

 

7. Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido

Disponemos de gran cantidad de fotos y material audiovisual, tanto de los ensayos como de los distintos actos en sí: Acto de Navidad, Día de la Paz, Concierto de la Semana Cultural, Club de Lectura o el II Acto de la Sub27 junto a la Biblioteca. Asimismo, como ya avancé en el proyecto inicial, el concierto especial cantautores (Serrat, Silvio, Drexler¿) destinado a recaudar fondos para el viaje de fin de curso de los alumnos de Bachillerato en el CIVIMA (30 de noviembre) fue grabado por RTV Manilva y puede disfrutarse en su totalidad en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=3oCzQQUipPE.