Hoy nos hemos reunido un poco antes de la hora habitual, hemos compartido el momento de comida. La excusa era realizar una práctica para comer con Atención Plena. Partimos de la premisa de que no disfrutamos de los actos más importantes de nuestra vida cotidiana. Hacemos todo rápidamente, no nos detenemos en nada. Mientras comemos hacemos de todo menos saborear la comida y prestar atención al acto de comer. El hecho de prestar atención, nos despierta y nos hace ver cómo hacemos muchas cosas mecánicamente. Tener conciencia de lo que hacemos es la práctica esencial de la Atención Plena.
Realizamos un ejercicio previo:
¿Cierra los ojos unos momentos para tomar conciencia de lo que te está sucediendo en estos momentos:
¿Cuáles son tus sensaciones corporales? ¿Sientes tensión? ¿Estás acelerada? ¿Tienes hambre? ¿Dónde sientes el hambre? - ¿Cuáles son tus pensamientos en estos momentos? Obsérvalos pero no te quedes enganchada en ellos.
Haz una respiración de aterrizaje y conecta con lo que vas a hacer a continuación. Tomarás conciencia de toda la energía, el esfuerzo y el trabajo de muchos seres que se encuentran en tu plato.
Piensa en las personas que han preparado la comida para ti. La persona que compró los ingredientes. Las personas que las llevaron a la tienda y las que las vendieron.
Las personas que cultivaron los vegetales. Las personas que los plantaron y los cuidaron. Los seres vivos que han ofrecido su vida para que tú puedas comer. Las personas que ayudaron a esos seres vivos a crecer.
La tierra y el agua que ofrecieron sus elementos para que surgiesen. La luz del sol que los ayudó a crecer. La lluvia, el rocío y los animales que ayudaron a que surgiesen flores y semillas, a que estas germinasen y se convirtieran en alimentos.
Todo esto está en tu plato. ¿Cómo podrías honrar la comida que vas a tomar? Contesta con tu mente y tu corazón. Permite que brote la amabilidad.
Ahora abre los ojos. Empieza a comer y conecta con la vida, con el mundo, con el esfuerzo de tantos seres que están en tu plato¿
Después empezamos a comer con Atención Plena siguiendo estas sencillas instrucciones:
¿Vas a usar tu mente de principiante: mira el plato como si fueras la primera vez que lo ves. Te vas a dejar llevar por los sentidos y que sean ellos los que te den la información necesaria sobre este alimento. Para ello, primero observa. Luego huele y toca. Date cuenta de su forma, textura, color, tamaño, etc.
Pasa ahora a saborearlo, despacio, experimenta las sensaciones que surgen al metértelo en la boca, durante su masticación y tras digerirla. Se trata de permanecer centrada en la tarea, aunque pueda haber momentos en los que algún pensamiento te distraiga. Abre bien todos tus sentidos: los ojos, la nariz, el oído, el tacto y el gusto.
Percibe su sabor, cómo se funde y confunde con la saliva, con el gusto. Trata de llenar toda la boca con esa mezcla, llegando a todos los rincones. Solamente entonces traga el contenido de la boca y nota cómo baja por la garganta, cómo abandona la boca y se integra en tu interior.
Recordatorio: Si la mente se escapa y te distraes en algún momento, recuerda que ya sabes poner toda tu atención de nuevo en la tarea que estás haciendo ahora: experimentar tus sensaciones. Respirar profundo siempre nos ayuda a concentrarnos enseguida. ¿