Pasos a seguir ...

  • Fase final
    • Grado de consecución de los objetivos
    • Logros más significativos en el centro tras la transferencia de lo aprendido
    • Logros más significativos en cada aula tras la transferencia de lo aprendido
    • Productos, evidencias de aprendizaje, que se han generado
    • Dificultades encontradas
    • Oportunidades de mejora

Fase Final

FASE FINAL 

Grado de consecución de objetivos, logros más significativos de centro, de aula, productos y evidencias, dificultades encontradas y oportunidades de mejora.

En su día un grupo de compañeros y compañeras del centro  asumimos,  motivados por las propuestas de mejora de la  Memoria de Autoevaluación del curso 2016/2017, el compromiso  de hacer formación en una metodología inclusiva como el Aprendizaje Cooperativo  convencidos de que la mejora de resultados escolares pasa por un progresivo cambio metodológico; no tratándose de enseñar cosas nuevas, sino que el alumnado aprenda a cómo aprenderlas, al mismo tiempo que se crea en las aulas un clima de trabajo en equipo, de consenso, de resolución de conflictos  y de utilizar el AC como un método para alcanzar el aprendizaje y, al mismo tiempo, un contenido en sí mismo. Convencidos de que las personas aprenden mejor haciendo que escuchando hemos  encontrado sentido así la implementación de esta estrategia metodológica en nuestra práctica diaria.

Si nuestra finalidad principal, la de mejorar los resultados académicos, hoy nos parece demasiado ambiciosa en un solo curso académico, sí hemos dirigido nuestra formación hacia nuestro  segundo propósito; y estamos de acuerdo que la implementación de esta metodología en nuestras aulas ha supuesto un cambio sustancial en el ámbito procedimental y actitudinal, permitiendo a nuestro alumnado una mejora sustancial en la resolución de problemas y demandas de la vida diaria.

La valoración general de todo el profesorado que ha formado parte del curso de autoformación ha sido muy positiva. Los logros obtenidos han sido muchos, no sin estar exentos de ciertas dificultades que iremos subsanando en los próximos cursos.

Los logros más significativos que hemos podido apreciar en nuestras aulas han sido relevantes y a nuestro juicio muy importantes ya que la implantación del AC ha supuesto para los grupos-clase mayor implicación en la tarea, mayor grado de motivación y la adquisición de responsabilidades en su propio aprendizaje mediante la admisión de roles. Asimismo, ha facilitado la comprensión y adquisición de los contenidos y logro de objetivos propuestos en cada unidad didáctica. Dentro de  las aulas han ido cambiando algunos aspectos, no solo referidos al rendimiento escolar, aunque sí fundamentales para la educación integral del alumnado, como la participación activa, ya que el protagonismo de la actividad está en manos de ellxs, el aumento del compromiso por su propio aprendizaje y por tanto de su responsabilidad.

No nos gustaría acabar estas reflexiones sin valorar de forma especialmente positiva el carácter inclusivo de la metodología, la posibilidad de atender al grupo heterogéneo, con toda su diversidad y mediante el trabajo en equipo, supone un cambio sustancial en este terreno ante la carencia de recursos materiales y personales con que nos encontramos en nuestras aulas. Otro aspecto fundamental es que hemos sentado las bases para promover en nuestro centro una cultura de la cooperación, y no solo entre el alumnado sino también entre el profesorado, creando foros de debate y discusión, y espacios donde compartir experiencias, recursos y bases conjuntas de actuación en aspectos organizativos: agrupamiento del alumnado, materiales comunes a utilizar, implantación de normas, roles, etc, entre otras.

La puesta en común de las dificultades encontradas nos ha llevado a poner sobre la mesa una serie de propuestas de mejora de cara al próximo curso, que más adelante se explicarán.

Durante el curso escolar y la consiguiente puesta en práctica de estrategias de aprendizaje cooperativo en nuestras aulas nos han ido surgiendo, casi al unísono, una serie de dificultades a las que algunas hemos dado solución y otras quedan pendientes para próximos cursos: destacable es la reticencia de las familias a este cambio que al principio les parece que no da una respuesta adecuada, aparentemente, a aquellos que parece tienen un ritmo de trabajo más ágil que el resto. Aunque esto no está del todo solucionado, el número de familias que ha ido mostrándonos su apoyo ha ido elevándose sustancialmente. Otro tema difícil ha sido la elaboración de los equipos, por la importancia que tiene en la prestación de ayuda posterior en la realización de las tareas. No nos podemos olvidar de la aceptación e implicación de cada uno de los componentes en los roles asignados. Y por último, algo en lo que el 100% del profesorado está de acuerdo es en el control de ruido en las clases cuando se ponen en práctica ciertas estrategias de AC. Pensamos que, aunque la tarea no es sencilla, merece la pena el esfuerzo. Estamos convencidos de que la utilización de esta metodología en el tiempo mejorará sustancialmente rendimiento académico, el aprendizaje, la forma de relacionarse de nuestro alumnado y el clima de aula.

Por ello, nuestras propuestas de mejora de cara al curso que viene en las dos etapas educativas y  todos los niveles del centro son las siguientes:

  • Durante el mes de septiembre se realizará en todas las aulas un test sistema de representación dominante para establecer un diagnóstico de la diversidad. Con él estableceremos el perfil de aprendizaje del alumno. Identificaremos el alumnado capaz de prestar ayuda para distribuirlo entre los equipos. A continuación los que necesitan ayuda.
  • Sentamos las bases para la formación de los grupos: 4/3 alumno/a por equipo. Debido al tamaño y estructura de las mesas y el espacio existente, el alumnado de 5º y 6º curso se organizarán en equipos de 5. Los equipos deben ser heterogéneos, en la medida de lo posible, perfil de inteligencia,  rendimiento académico, género, nivel de integración, actitud, destrezas cooperativas, nivel de disrupción¿
  • El tiempo de trabajo de los equipos formados será de dos unidades didácticas para que puedan solventar los problemas que van surgiendo en las etapas de desarrollo de los grupos: formación, conflicto, regulación, desempeño y desintegración. Se harán cambios cuando sea necesario, siempre que haya argumentos que lo justifiquen, pero nunca a petición sino en los días siguientes.
  • Para optimizar el espacio dispondremos las clases en forma de espiga.
  • En todas las aulas se tendrán visibles los mismos iconos, dibujos¿ de forma que el alumnado, vaya donde vaya del centro, se encuentre con la misma iconografía y facilite su adecuación al trabajo en equipo.
  • Establecimiento de normas, gestión y participación del alumnado en la elaboración de las normas. Las normas de comportamiento y sus consecuencias serán las mismas en todo el colegio; sin embargo, se comenzarán a implantar gradualmente desde infantil que comenzará con 3 normas. El resto de los niveles irá aumentando una anualmente hasta llegar al decálogo. Se valorará la posibilidad de unir algunas para facilitar su conocimiento y cumplimiento.
  • Roles, funciones y distribución de los mismos. Consensuamos establecer los mismos roles en todo el colegio, con los mismos iconos y con solo una función por role en infantil y 1º ciclo, dos funciones en 2º ciclo y cuatro en 3º ciclo, para no sobrecargar al alumnado y facilitar su trabajo. Se acuerda la rotación de roles para no encasillar al alumnado, dependiendo de las características de cada grupo-clase.
  • Diseño de secuencias didácticas ¿cooperativizadas¿. Durante los meses de septiembre-octubre del curso que viene se llevarán a cabo el diseño de las primeras secuencias didácticas cooperativizadas siguiendo los ocho procesos básicos para generar aprendizaje.
  • El curso que viene se diseñarán los documentos básicos adaptados a las distintas etapas y niveles y a las características del centro: cuaderno de equipo y documentos de evaluación y valoración.
  • Se llevará a cabo el mismo calendario de implantación propuesto en el Proyecto de Innovación presentado por el centro.

El convencimiento de la importancia que adquiere un cambio metodológico pone en marcha los mecanismos para formar un Equipo de Trabajo y no un Grupo de Trabajo, comprender la metodología, consensuar el objetivo, definir los roles y aprender a desempeñarlo en beneficio del bien común     dando respuesta a Quién hace Qué cosas, diseñar la Planificación del trabajo, Cohesionar los equipos antes de llegar a la Fase de Desarrollo,  y establecer  los Indicadores de Evaluación; no parece sino es, sin discusión subjetiva, una tarea exigente. Pero es en esta travesía y no en otra donde encuentra respuesta el AC, la misma que, aun con poca enjundia doctrinal, identificamos con aquel dicho de "olvido lo que escucho, recuerdo lo que veo, pero aprendo lo que hago".

  

 

 

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