Según aumenta el nivel de complicación técnica y científica de los contenidos desarrollados en el currículo, parece que decrece el interés del alumnado sobre el mismo y quizás pueda ser este el motivo del fracaso y abandono escolar que se acumula estadísticamente en la etapa educativa de la ESO. Observamos cómo a pesar de que el alumnado tiene una mayor capacidad cognitiva para asimilar los conocimientos, al mismo tiempo, al profesorado le resulta más difícil lograr que el alumnado se mantenga atento e implicado en el proceso de enseñanza - aprendizaje. Y a pesar de hacer atractivos los procesos de transposición didáctica del conocimiento científico con metodologías cooperativas, uso de tics, etc., no logramos el nivel de atención mínima que consideramos oportuno para el éxito escolar. Pretendemos en este grupo de trabajo reflexionar sobre las capacidades de aprendizaje del alumnado en la ESO y de las variables que pueden estar influyendo en esta dificultad para mejorar la praxis docente. Partimos de la hipótesis de que, el alumnado tiene capacidad de atención pero lo pierde porque nuestra praxis educativa no se ajusta a las características evolutivas del perfil del alumnado actual y pretendemos comprobar, analizando todas las variables que definen una praxis más atractiva: - Las implicaciones educativas que requieren características evolutivas de la etapa para confirmar si las estamos incluyéndo en nuestras programaciones. - Las implicaciones en la programación de la curva de atención por materias y por días/horas en la distribución de planificación horaria. - Las metodologías que despiertan mayor interés y lo mantienen en el tiempo. - La influencia de la dinámica de formación, cohesión y evolución de los grupos de iguales en el ciclo de la atención. - Las habilidades o destrezas docentes que resultan más atractivas al alumnado del perfil docente. - Las estrategias que generan más compromiso en el alumnado con sus proyectos individuales de desarrollo.