La sociedad en la que vivimos exige una respuesta por parte de la escuela ante los problemas que ya forman parte de nuestras vidas, nerviosismo, ansiedad, violencia...tratando de dar una respuesta a esta problemática por medio de la educación emocional, ya que algo que caracteriza a las personas es que somos seres que necesitamos vivir y expresar unos sentimientos y emociones. Desde que nacemos, inconscientemente o no, mostramos cómo nos sentimos interiormente, siendo estos sentimientos negativos o positivos. La etapa de Educación Infantil es la propicia para el comienzo de su tratamiento, ya que la franja de edad de los dos a los seis años es cuando se produce en el niño/a el mayor desarrollo emocional, siendo capaz de inhibir, aumentar, dirigir y modular las emociones, mejorando su desarrollo socio-emocional mediante sus experiencias con los demás, no solo con el grupo de iguales sino con sus padres, familias y maestros/as, por lo que deberemos tener en cuenta, la forma en la que los adultos nos relacionamos con ellos, haciéndolo de forma adecuada para que les sea más fácil asimilar estos aprendizajes, ya que los niños aprenden no sólo de los que se les dice, si no de lo que ven que hacemos.