La finalidad de este grupo de trabajo es la incorporación progresiva de obras compuestas por mujeres al repertorio que se trabaja con los alumnos en los conservatorios. El campo del que me ocupo es el que abarca la música para grandes formaciones musicales, como son la orquesta y la banda.
En primer lugar, debo señalar que me ha sorprendido gratamente el hallazgo de numerosas obras compuestas por mujeres para estas formaciones. En cuanto a orquesta se refiere, destacan los nombres de autoras como C. Schumann, A. M. Beach, E. Andrée, A. Tegner, H. Crétien, E. Smith, S. Pillevesse, E. Fine, H. Munktell, D. Appeldorn o E. Mayer, entre muchas otras.
En el panorama bandístico, de enorme desarrollo en los últimos años, las autoras norteamericanas lideran un nutrido grupo de mujeres compositoras entre las que sobresalen S. Garrop, N. Pon, S. C. Graef o la francesa I. Gotkovsky.
Como podemos comprobar, la inclusión de la obra musical femenina en las clases de agrupación en las enseñanzas profesionales es totalmente posible y viable. El siguiente paso será concienciar a los profesores y jefes de departamento de que esta es una labor necesaria y que no podemos seguir aceptando el canon de obras establecido, pues este requiere una revisión que se amolde a uno de los objetivos más importantes que persigue actualmente la educación en nuestro país: la igualdad entre hombres y mujeres.
Marina Ramos