A continuación se exponen los objetivos marcados al inicio del Grupo de Trabajo (GT) y un comentario sobre el grado de consecución de cada uno de ellos.

• Conocer el módulo de Séneca de Evaluación y Programación por Competencias. Este objetivo consideramos que está en proceso. Aunque hemos trabajado y experimentado con la aplicación de Séneca, no hemos llegado a conocerla al completo porque no hemos terminando el proceso de evaluación por competencias en su totalidad. Solo nos hemos iniciado. Hemos 'navegado' por los elementos curriculares y hemos realizado diferentes prácticas en torno al manejo curricular desde la aplicación.

• Elaborar algunas UDIs de manera colaborativa que sirvan de partida para un posterior trabajo más autónomo. Este objetivo no se ha conseguido. En la temporalización se planteó como una de las últimas tareas a acometer. En principio se acordó realizar una sesión práctica con nuestra asesora del CEP una vez hubiésemos visto todo lo referente a los perfiles de área y de competencias; pero al final decidimos centrarnos en otros objetivos y abordar la elaboración de las UDIs el próximo curso, cuando tuviésemos más asentado otros conocimientos sobre programación y evaluación por competencias.

• Conocer qué dicta la normativa vigente sobre la Educación en Competencias Clave. Este objetivo sí se ha conseguido. Tanto en las dos sesiones de formación en centro que hemos recibido como en las lecturas trabajadas hemos tenido ocasión de analizar la normativa por la que se desarrollan las Competencias Clave en nuestro país y comunidad autónoma.

• Propiciar la reflexión del profesorado participante sobre los cambios curriculares que se están produciendo en la actualidad y cómo afectan a nuestra práctica diaria. Este último objetivo consideramos también alcanzado. Tanto los ricos debates que se abrieron en las sesiones de formación y en las reuniones del GT, como las lecturas trabajadas, han servido para analizar y discutir sobre los nuevos caminos que debe tomar la educación en nuestra escuela y cuáles son los cambios a los que debemos de adaptar nuestra práctica diaria. Cosa distinta es que todo el mundo no esté de acuerdo en la conveniencia de estos cambios. Ese es otro cantar.

Aunque el nivel de interacción ha sido óptimo, podría mejorarse. El hecho de ser un GT tan numeroso ha dificultado la coordinación entre sus miembros en este sentido. En las dos sesiones de formación la asistencia ha sido plena, pero aparte de esas dos fechas ha habido siempre dificultades para reunirnos todo el GT. Los integrantes tienen un perfil muy variopinto, desde tutores-especialistas a miembros del Equipo Directivo. Este hecho ha supuesto un handicap a la hora de reunirnos con asiduidad el GT al completo. Las sesiones en las que nos hemos reunido han sido principalmente para tratar las dos lecturas que teníamos que comentar y para elaborar los perfiles de área y de competencias. En ellas siempre se ha producido un debate enriquecedor acerca de cómo enfocar la evaluación por competencias a partir de ahora.

Además de las reuniones presenciales hemos mantenido comunicación a través de email y whatsapp, sobre todo para el intercambio de documentos.

Uno de los principales objetivos que nos marcábamos cuando comenzó a funcionar el GT fue el de elaborar UDIs, sin saber que dicho cometido precisaba de una serie de habilidades previas relacionadas con el manejo de las competencias, de su planificación y evaluación. Dicho esto, queremos advertir que no hemos conseguido generar ni una sola UDI durante el tiempo que hemos estado trabajando. Lo que sí hemos conseguido es iniciar un proceso de adaptación del Centro a la nueva normativa en cuanto al trabajo por competencias, de lo cual adolecía hasta este momento. Se han realizado los perfiles de área y perfiles de competencia como primer paso para afrontar una evaluación del alumnado de manera competencial y no como se venía haciendo hasta ahora. El terreno se ha dejado preparado para que desde el inicio del curso que viene todos los maestros puedan programar y evaluar por competencias. En este sentido, el funcionamiento del Centro va a sufrir un cambio para adaptarse a la normativa actual.

Todo lo que hemos aprendido no ha tenido un efecto inmediato ni directo en el aula, ya que no nos ha dado tiempo a poner en marcha la evaluación competencial ni las UDIs. Pero sí esperamos que el curso que viene lo tenga, en la manera en cómo evaluamos a los alumnos y cómo les informamos, a ellos y a su entorno, de todo su proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto supone también afrontar fuertes cambios metodológicos que tendrán su repercusión en la organización y funcionamiento del aula. Ahora programamos en función de los Criterios de Evaluación; se priorizan unos indicadores u otros; se seleccionan los contenidos a trabajar; se diseñan las tareas y actividades que servirán para adquirir las competencias que evaluaremos más adelante de forma contextualizada e integrada con el resto de elementos curriculares. También se tendrán que modificar los instrumentos de evaluación que se han venido utilizando hasta ahora, o más bien, empezar a usarlos de otra forma. Los instrumentos de evaluación son un recurso para evaluar una competencia, para conocer su grado de adquisición por el alumno; nos son objeto de evaluación propiamente dichos como han sido hasta ahora.

Pensamos que es más apropiado dar pequeños pasos firmes que grandes pasos sin estar seguros de hacia donde caminamos. La paciencia es importante ante un reto tan ambicioso.

Los productos, o evidencias de los aprendizajes adquiridos, podrían ser los Perfiles de Área y de Competencias realizados de forma coordinada entre todos los maestros del Centro. Y además, su grabación y ponderación en la aplicación de Séneca. El impacto que el GT ha tenido en el Centro se puede medir por el golpe de efecto que ha provocado en torno a la toma de decisiones organizativas por parte del Equipo Directivo, que pretende afrontar desde el curso que viene los cambios necesarios para realizar un trabajo competencial en lo que al sistema de evaluación se refiere. Ese será el primer paso.

Los aspectos que nos han resultado más interesantes han sido los tratados en las dos sesiones de formación que hemos tenido: el análisis de la normativa, la aclaración conceptual, la elaboración de los perfiles de área y de competencia y la puesta en práctica de cómo debe llevarse a cabo la evaluación por competencias. Todos estos aspectos han sido enriquecedores. Además, nos ha parecido de crucial importancia haber podido contar con un experto en la materia para orientar nuestro aprendizaje y resolver todas nuestras dudas e incluso miedos, en algunos casos.

La propia búsqueda e investigación sobre artículos relacionados con el tema del GT también ha posibilitado un ejercicio de reflexión, siempre obligado en nuestra tarea como docentes, que nos ha llevado a dilucidar cuál es el camino que debemos seguir a partir de ahora, relativizando nuestros miedos e inseguridades y apostando verdaderamente por un cambio en nuestra escuela.

En este apartado podríamos señalar, con riesgo a caer en un tópico, que el número de sesiones de formación han sido insuficientes. Decimos esto porque sabemos que el CEP cuenta con unos recursos limitados, pero no por ello dejamos de pensar que la única manera de afrontar los cambios con garantías es mediante la formación del profesorado. Pero no una formación a medias tintas ni a prisa, sino una formación de calidad, que cuente con una extensión en el tiempo suficiente para quedar en disposición de poner en práctica todo lo aprendido nada más terminar dicho proceso, con unos medios humanos y materiales acordes al tamaño del desafío que se quiere afrontar. En esta misma dirección, cabe apuntar, incluso, que en este proceso de formación sería muy recomendable poder contar con un seguimiento personalizado de la puesta en práctica de lo que se va aprendiendo, de manera que nada más comenzado el periodo de formación se empiecen a implementar todos los aprendizajes, para evitar excusas que puedan justificar la demora en su aplicación a cada contexto concreto.

Otro aspecto que podríamos mejorar es la programación de las sesiones de trabajo del GT. Se puede establecer al inicio un calendario consensuado con unas tareas concretas para cada sesión de trabajo. Tal vez el desconocimiento que teníamos sobre este tema ha dificultado que eso fuera posible, pues tras las sesiones de formación que tuvimos con el ponente del CEP cambió toda nuestra percepción sobre la manera en que debíamos afrontar nuestro trabajo.