A lo largo de este curso, hemos podido avanzar en el desarrollo del grupo de trabajo de manera muy positiva, ya que todas las componentes del grupo han participado cooperativamente, y de manera entregada, lo que ha facilitado el ritmo del grupo.
El curso pasado íbamos un poco más perdidas, pues no sabíamos bien cómo abordar el tema, pero este año ha sido todo mucho más fácil. Comenzamos las reuniones bastante pronto y fuimos enfocando el trabajo, dividiéndolo entre las integrantes y enfocándolo de cara a incluirlo en la metodología. La aplicación a la tarea diaria ha sido muy grata, pues ha mejorado el ambiente de aula al introducir el uso de la música en el día a día.
Este año es verdad que hemos visto reducida la implicación de las familias, debido a que posiblemente ya no haya más familias que nos puedan hacer actuaciones en directo o mostrarnos instrumentos musicales. Pero aún así gracias a ellas, hemos podido disfrutar de algunas actuaciones en directo de diferentes instrumentos de los que estábamos trabajando, lo cual ha favorecido el aprendizaje de los mismos, pues han podido vivenciarlo directamente.
Ha sido muy positiva algunas de las actividades realizada, como es el taller de creación de instrumentos musicales con material reciclado. En este taller la familia se involucro muchísimo y además fue una actividad muy enriquecedora ya que el instrumento que realizaron no fue para ellos si no que lo intercambiaron con otros niños/as de infantil con motivo de la navidad.
La participación y motivación que han tenido los alumnos y alumnas en cada una de las actividades que le hemos ido planteando ha sido espectacular, demandando ellos/as mismos/as más conocimientos.
Por lo que el grupo de trabajo ha ido cumpliendo las expectativas que teníamos a lo largo del curso, de una manera muy positiva pues tanto las familias, como el alumnado, como nosotras mismas, hemos quedado muy contentos/as con los resultados obtenidos.