Para comenzar, el proyecto de formación en centros en el que estamos inmersos este curso está siendo un estímulo personal y profesional en cuanto a que hace realidad una visión sobre la educación que ya llevaba tiempo considerando. Sobre todo, destaco las inquietudes profesionales que está despertando en mí en cuanto a metodologías más activas, abiertas e innovadoras, en las cuales ya creía, pero que no consideraba posible ser compartidas por todo un claustro.
El hecho de que todos o la gran mayoría estemos implicados en este proceso de formación dice mucho de la cohesión interna del centro, lo cual se facilita al ser un entorno pequeño, y este aspecto me motiva a seguir investigando y aprendiendo en ABP, aprendizaje cooperativo, inteligencia emocional, etc. Aunque previamente en un Máster de Psicología de la Educación tuve acceso a algunas de estas propuestas, fue a nivel teórico y conociendo experiencias reales de centros, pero no como en este caso, desde la práctica diaria compartida y reflexiva dentro del centro.
Por otro lado, me parece que todos los compañeros nos estamos implicando mucho en cuanto a dedicación al proyecto, haciendo grandes esfuerzos de trabajo en horariom no lectivo dadas las necesidades del trimestre y otras actividades previamente programadas que tienen que seguir su cauce. El trabajo es colaborativo en todo momento, poniendo en común en las sesiones plenarias lo que se acuerda en el ciclo, y añadiendo los especialistas las aportaciones que consideremos oportunas.
Se ha facilitado el tiempo para estas reuniones flexibilizando el horario de exclusiva, lo que considero que ha sido un acierto por permitirnos dedicar esas sesiones al trabajo en la FC, bien individual o bien en grupo.
El trabajo que estamos desarrollando me está resultando muy útil y enriquecedor, ya que estamos compartiendo nuestras ideas y buenas prácticas e interesándonos por conocer otras metodologías más interdisciplinares que repercutirán, sin duda, en el aprendizaje y en los resultados personales de nuestro alumnado.