Ahora que mis compañeros han expuesto sus impresiones, creo que es justo reconocer lo que han trabajado. Yo, que sí los he acompañado en esta travesía por el desierto, debo suscribir todas y cada una de sus palabras. Nos hemos sentido perdidos, confusos, desconcertados y desanimados pero nunca hemos perdido el paso en la elaboración de nuestro proyecto. Este ánimo de superación ha surgido de una fuerza importantísima: la colaboración de todos con todos. No sólo existía esa colaboración en nuestras programadas reuniones sino que, se improvisaban foros en los pasillos, en las guardias, en la sala de profesores, etc. He contado con un grupo de compañeros excepcionales, nunca he debido empujarlos a nada porque ellos aparecían cargados de ideas, de posibilidades, de ilusiones y nuevas expectativas. Pero el logro más importante, como ya han indicado, ha sido vencer a nuestro propio monstruo: el miedo. Ahora ya sabemos que sí se puede. Y personalmente, hay un éxito más rotundo: el trabajo colaborativo con un grupo muy cualificado y comprometido.
Para concluir, me uno a sus peticiones para solicitar un acompañamiento formativo más real y cercano. En la sesión dedicada a la elaboración de UDI me hubiese gustado contar con todos mis compañeros para exponer nuestras dudas, nuestros aciertos y errores. Porque al final, no lo olvidemos, esto va de docencia y si para nosotros el alumno y su éxito es la clave angular del proceso educativo; también nosotros hemos sido aquí, en esta andadura, alumnos. GRACIAS A TODOS.