Con ese título empezaba el segundo ciclo de primaria su andadura por el proyecto con el que estrenábamos nuevo curso. Así de motivados nos encontrábamos todos y así, conseguimos llegar a un artístico y emocionante producto final, nuestro museo "viviente".
En nuestro camino hasta el museo, disfrutamos de numerosas reuniones donde nos coordinamos. Compartiendo ideas, conocimientos, recursos y exprimiendo al máximo cualidades para cumplir con nuestro cometido, que el arte a través de Murillo llegara a nuestros alumnos.
Muchas fueron las áreas que tuvieron algo que decir y las competencias que se desarrollaron a través de numerosas actividades como la biografía de Murillo, la lectura comprensiva y la investigación sobre la peste y oficios de entonces, la comparativa entre el pasado y el presente, el cronograma sobre sus obras, la expresión plástica y corporal de sus principales cuadros, el cuentacuentos sobre la época, entre muchas otras. Y todo eso, en tan solo dos semanas. Que se terminaron alargando algunos días más.
A pesar de ello, conseguimos cumplir con el calendario que nos habíamos marcado y que era un aspecto que teníamos pendiente de mejora de proyectos anteriores. Pues en nuestro centro, nuestra entrega a los proyectos es tanta que terminábamos alargándolos en el tiempo, al no querer dejar nada atrás. Y en este, lo hemos logrado.
Con mucho aprendido, me despido de esta aventura sobre Murillo. Solo me toca destacar como muy positivo: las reuniones de coordinación, el control de la temporalización y la entrega de los alumnos.
Como aspectos a mejorar a título personal, seguir aumentando el papel activo del alumnado a través de una secuencia didáctica más significativa, contextualizada y manipulativa que vaya de la mano de una evaluación continúa, consciente y más "transparente"(rúbricas).
¡Felicidades a todo el grupo! ¡Nos vemos en Sevilla!