Tras las reuniones y acuerdos y, una vez aclaradas las dudas acerca del enfoque grupal que deberíamos darle al uso y aprendizaje de la Competencia Lingüística, nos toca hacer una valoración de los resultados obtenidos según el plan de trabajo marcado. Quizá convenga reflexionar sobre los pros y contras en la práctica diaria y consensuar aquellos cambios que resulten necesarios sobre los trabajos propuestos.
Siguiendo la ruta: diagnóstico de las condiciones previas, planteamiento de experiencias para la mejora de la Competencia Lingüística, aplicación práctica de actividades y modelos, nos toca ahora evaluar un poco la eficacia de las propuestas.
Podría anticipar que en algunos cursos nuestro modelo de trabajo consigue ciertas mejoras en aspectos como: organización y tratamiento de la información en textos orales y escritos e interiorización de esquemas y fórmulas lingüísticas que hacen que el texto adquiera un mayor valor literario y enriquezca el vocabulario.
Nos toca a todos/as decir en qué punto nos encontramos, qué dificultades hemos observado y qué solución proponemos para la mejora.
Desde aquí os animo a seguir adelante con el proyecto con ilusión.
Ambrosio González Sánchez