Grado de consecución de los objetivos

Los profesores integrantes del grupo de trabajo han podido trabajar y hacer una reflexión profunda sobre el cambio que supone en nuestras aulas una mirada hacia dentro  de uno mismo, como un primer paso para salir del espacio ataque-defensa al que muchas veces estamos habituados en nuestro entorno. Hemos podido compartir experiencias en las que los alumnos y alumnas están siendo "espejitos" de nosotros/as mismos/as, poniéndonos delante muchas veces aquellas emociones que no estamos siendo capaces de gestionar. Hemos visto como herramientas como la Escucha Activa y la Comunicación No Violenta nos permiten una comunicación más respetuosa y pacífica.

Nivel de interacción entre los participantes

Los profesores integrantes del grupo han participado, en general, de forma activa y mostrando gran interés por  el aprendizaje de la Escucha Activa y Comunicación No Violenta. Ha sido difícil realizar talleres específicos con el alumnado por tener las tutorías ocupadas con el programa TEI, pero sí se hecho un trabajo interno que después se ha llevado a la realidad del aula en situaciones de conflicto, ya sea como mediadores o como partícipes del conflicto. Estas experiencias han quedado reflejadas en un diario online (documento de edición compartida en google).

Grado de aplicación en su contexto educativo

Consideramos que este tipo de herramientas, intimamente ligadas a la educación emocional, son siempre enriquecedoras en el ámbito educativo, donde queremos crear ambientes más pacíficos y respetuosos. Se trata de poder marcar los límites al alumno/a desde el respeto hacia uno mismo y a su vez dar oportunidades de diálogo donde haya una validación de los sentimientos del alumno/a. Son particularmente últiles, además, la EA y la CNV a la hora de mediar en conflictos entre alumnos, ayudando a no caer en demonizar o culpabilizar a unos y defender a otros. Es cierto que ciertos patrones arraigados en el sistema educativo no hace fácil llevar a la práctica este tipo de comunicación, pero es necesario poner de nuestra parte para, de forma gradual. alcanzar una transformación profunda de nuestra mirada en las aulas.

Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

Mayor comprensión y empatía entre los alumnos implicados en conflictos, mayor comprensión y empatía entre profesorado y alumnado. Toma de conciencia sobre cuáles son nuestras necesidades y cómo hacer las peticiones correspondientes, a nivel individual y grupal. Mayor imparcialidad a la hora de tratar un conflicto. Poco a poco hemos ido integrando la base de una comunicación pacífica: el no juicio.

Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido

Nuestro trabajo ha estado centrado sobre todo en ver qué nos sucede a nosotros, qué emociones hemos de identificar y nombrar, para después poder formular una petición. Gran parte del trabajo ha sido entonces a nivel interno. Las evidencias de aprendizaje son las situaciones compartidas en el grupo donde hemos vivido conflictos y donde hemos podido llevar a la práctica la CNV, de forma satisfactoria, es decir situaciones donde la comunicación ha resultado ser más pacífica gracias a las herramientas de la CNV. Estas experiencias las hemos compartido en las reuniones o a través del diario online.

Destacar aspectos que hayan resultado interesantes

Ha sido muy interesante comprobar como un primer contacto con nuestro estado emocional nos permite una comunicación mucho más respetuosa con nosotros mismos y auténtica. También ha sido muy interesante trabajar juntos el daño que las etiquetas o adjetivos que creemos que definen a una persona a una alumno/a puede encasillar a esa persona y no permitirle explorar otras emociones que asumimos contrarias a ese rol.

Destacar aspectos susceptibles de mejora

La ratio y la escasez de horas de tutoría con nuestro alumnado hacen difícil a veces llevar a la práctica la EA y la CNV. Con más tiempo se podría llevar a cabo talleres específicos con el alumnado. Sin embargo, no debemos olvidar que con la práctica este tipo de comunicación genera un hábito en el que aprendemos a estar más en contacto con nuestras propias emociones.  Si nosotros vemos nuestras emociones, las escuchamos y las sabemos gestionar, eso será lo que aprenderá nuestro alumnado. Como hemos visto, y esto es tarea diaria y constante, solo se puede educar a ser respetuoso y pacífico desde el respeto y la no violencia.