Lili, quien escogió para su apellido del río que pasa por la ciudad en la que volvió a nacer, el Elbe, tan solo era conocida entre académicos y activistas de la comunidad LGBTQ hasta que cayó en manos de David Ebershoff hace 18 años. Ebershoff, la noveló en lo que sería para él su debut literario, La chica danesa, editada en Anagrama. Tras dar muchas vueltas por los despachos de Hollywood por fin llegó al cine de la mano de Tom Hooper y con Eddie Redmayne y Alicia Vikander en los papeles de Lili y Gerda. El autor declaró : «En septiembre, visité la tumba de Lili en Dresde y el director del cementerio me dijo que cada mes unas 10 personas acuden a presentar sus respetos. Le dejan flores y velas o pasan tiempo con ella. Imagino que el número ha crecido en los últimos años y que con el filme se entenderá todavía más quién fue y qué consiguió... Cada vez que una persona transgénero cuenta su experiencia, nuestra comprensión colectiva crece».
Para mí es importante Lili porque fue la pionera en ser transexual (término que no se usaba en esa época) y esto significa no tener modelos, ni ejemplos, ni recursos, ni directrices que seguir, todo era nuevo para ella y esto supone miedo y soledad. ¿¿ella tuvo que ir poniendo los cimientos de ese camino. Estaba sola excepto por su esposa¿