El desarrollo del proyecto alumbra conclusiones positivas al respecto de la convivencia y comunicación con toda la comunidad. La integración de metodologías activas y recursos digitales han permitido incentivar al alumnado y aportar variedad en las dinámicas de clase, mejorando así el discurrir del curso. En cuanto a la gestión del aula, las distintas actuaciones han permitido atajar situaciones relacionadas con la igualdad, bullying, identidad etc. destacando el uso de los medios para un fácil acceso a las familias a la hora de detener conflictos. En suma, es manifiesta la utilidad del proyecto en el contexto de trabajo del centro.

El proyecto ha sido muy beneficioso para alumnos y profesores. Educar en valores mediante metodologías dinámicas e inclusivas, a través de experiencias aportadas por otros miembros de la sociedad, ha nutrido a los alumnos de un nuevo aprendizaje, vital para su futuro personal y profesional.
Los discentes han mostrado interés en la mayoría de las actividades realizadas, mostrando claramente sus distintas opiniones y respetando el pensamiento de los demás.
En cuanto a la gestión del aula, se ha conseguido mejorar algunos aspectos basado en definitiva el respeto hacia los demás. Para el centro, ha sido de gran utilidad la puesta en marcha de este proyecto.

El resultado de las actuaciones unidas a la CdA ha sido positivo tanto en el ámbito académico como en de las relaciones interpersonales en el Centro. Por un lado, la formación en gestión del aula por el Dr. en Psicología, D. M. Ángel Díaz, nos ha dotado con una visión más científica de los factores que condicionan el comportamiento y el aprendizaje de nuestro alumnado, ayudándonos así a plantear respuestas efectivas a los posibles problema que puedan surgir en el aula.
Por otra parte, la formación de D. Raúl Rubio en materia de ABP, ha enriquecido nuestras actividades y metodologías, favoreciendo la realización de proyectos que permiten aprender de forma significativa y extrapolar los contenidos de nuestras áreas a los de otras materias.
Finalmente, la formación en diferentes maneras de digitalizar el proceso de enseñanza, ha abierto un campo infinito de recursos y posibles usos que las aplicaciones y plataformas digitales tienen en nuestra materia, agilizando y haciendo más motivador el aprendizaje por parte de nuestro alumnado.

Las relaciones interpersonales en el centro han sido la piedra angular de nuestra formación y de la gestión de nuestras aulas, tanto en el concepto burocrático de documentación como en la gestión de aulas.
También fue muy instructiva la formación en gestión del aula por el Dr. en Psicología, D. M. Ángel Díaz, donde pudimos acercarnos al trato directo con el alumnado y sus principales problemáticas en el aula.
D. Raúl Rubio nos habló sobre el trabajo ABP, lo que nos ha influido en el diseño de nuestras actividades diarias en el aula y el uso de esta metodología en el Centro. Además se ha promovido el trabajo interdisciplinar entre departamentos, áreas o cursos.
Otro de los aspectos importantes ha sido la formación en digitalización de las actividades del centro, incluyendo la formación Prodig de la que fui activo participante.
Como punto discordante de mejora ha sido la falta de medios reales y de equipos apropiados para poder llevarlos a cabo, aunque la colaboración entre compañeros ha sido fundamental para poder subsanar estas faltas.
Los alumnos han sido participes de estas actuaciones y se han beneficiado sobre todo del trabajo por proyectos.

Como docente, la puesta en marcha de las tareas de CdA nos ha dotado de herramientas que han facilitado la mejora de la gestión del aula de manera significativamente. El uso de metodologías activas, inclusivas y basadas en proyectos han sido fundamental para garantizar una adecuada atención a la diversidad y garantizar un desarrollo competencial adecuado.

Respecto a la gestión del aula en el ámbito actitudinal, el fácil acceso a las familias nos facilita una rápida actuación ante cualquier problema presente. Además, los grupos interactivos llevados a cabo en varias ocasiones en la materia de Física y Química nos ha facilitado la preparación de Diverciencia que forma parte central de nuestro Proyecto Científico de Centro y garantiza la excelencia académica de aquellos alumnos y alumnas que presentan un mayor ritmo de aprendizaje, atendiendo de esta manera a todo el alumnado.

Como reflexión final, el uso de metodologías activas empleadas en el programa de Comunidades de Aprendizaje, nos ha permitido dar giro de 180º en lo que conocemos como educación tradicional, donde el alumno pasa de ser considerado un elemento pasivo receptor de conocimientos, a un agente activo que protagoniza y regula su aprendizaje. Con este nuevo paradigma, el estudiante desarrolla actitudes esenciales para su formación integral; incrementar su autonomía genera una mayor autoestima, capacidad que está relacionada con mayor satisfacción personal y éxito académico.

También hemos trabajado para mejorar la iniciativa y liderazgo del alumnado al conceder libertad en la elección del contenido o tema en el que desea profundizar, respondiendo a sus intereses y ayudando a construir un aprendizaje significativo. Tener en cuenta las necesidades e intereses del alumnado, junto con la integración de las TICs en el aula, ha garantizado la implicación y compromiso de los estudiantes en las tareas propuestas en la HLD. En esta línea, hemos conseguido aumentar su motivación, permitiendo que conozca su potencial y lo eleve con esfuerzo e ilusión. Asimismo, las metodologías aplicadas están relacionadas con el trabajo cooperativo, en el que el alumno aprende y mejora sus habilidades sociales y educación en valores (empatía, oralidad, escucha activa, respeto). Por último, la mejora de estas capacidades y habilidades en los alumnos y alumnas, junto con la construcción de un clima de trabajo basado en el trabajo cooperativo, respeto y confianza, han dado como fruto una mejora considerable en la gestión del aula.

La formación en centro sobre la gestión del aula en CdA ha sido satisfactoria. El profesorado ha podido adquirir procedimientos dialógicos en la resolución de conflictos dentro del aula con alumnado disruptivo, así como la mejora de la participación interactiva del alumnado a través de metodologías activas.

Del mismo modo, se ha podido transferir estas actuaciones a otros contextos dentro del procedo de enseñanza-aprendizaje.

Creo que involucrarse en un proyecto como este de participación de la comunidad educativa en la gestión del aula es un elemento diría casi necesario para cualquier centro educativo. Todo lo aprendido en el proyecto nos ha dotado de unas herramientas más "precisas" para poder desarrollar nuestra labor docente en un marco real en el que se encuuentra la escuela, pudiendo articular una serie de herramientas contextualizadas y consensuadas con la realidad del día a día de todos los agentes implicados en el proceso educativo.