La mejor manera de aprender una materia para aplicarla a la vida personal y profesional, no es otra que mantenerse activo, o favorecer que el alumnado pueda participar activamente en su formación; así fomentar la cultura de emprendimiento desde el aula, aflorar en nuestro alumnado competencias como trabajo en equipo, actitudes proactivas, energía, dinamismo, innovación¿., se hace imprescindible.
Sin embargo, el sistema educativo tal y como está, no favorece, casi no permite, ese tipo de formación, lo hace difícil de aplicar; es inadecuado para fomentar creatividad, innovación.
Si queremos realmente que cale el emprendimiento en el alumnado, que los docentes por su cuenta ( y riesgo) presten atención a la creatividad no es suficiente; hay que adaptar el sistema educativo a esos valores, y poner muchos más recursos: tanto humanos (menor ratio profesorado/alumnado), como materiales.
De hecho en el procedimiento de acceso a la enseñanza pública como profesorado, prevalecen los estrictos conocimientos académicos, y se valora muy poco o nada, la competencia en la formación en este tipo de valores.
Por otro lado, es necesario formar a los docentes, para que adapten las programaciones, y sus metodologías para fomentar los valores de la creatividad, de la cultura del emprendimiento.

Dando respuesta a las preguntas formuladas por la coordinadora, os expreso mi punto de vista.

A la pregunta 1, creo que por supuesto se puede ser creativo y no ser nada innovador. De hecho sucede con frecuencia, son dos conceptos distintos y no podemos asociar la palabra creativo con que esa misma persona sea innovadora, y que busca el cambio.

El problema que subyace es que no se entrena ni se trabaja con los alumnos/as para desarrollar en ellos, la creatividad, marcamos muy pronto unos patrones de los que no se pueden salir, y eso no ayuda. Por otro lado, la innovación, no está en todos, depende también del tipo de persona, muchos no quieren salirse de los parámetros establecidos y que han aprendido durante toda su vida, y otros, se arriesgan, prueban, experimentan, lo intentan.... y creo que esto último es de valorar.

Con respecto a la segunda cuestión, diría que como he leído, claro que se pueden hacer cosas en el aula para fomentar el emprendimiento. Y creo que la base estaría en la metodología a aplicar con el alumnado, trabajar en equipos multifuncionales y fomentando el trabajo cooperativo entre todos. Si no "rompemos" el currículum y lo hacemos implicándonos todos de esa manera no lo podremos conseguir, los chicos/as deben ver una visión global de la empresa y conocer de manera práctica las distintas áreas que la componen, y si cada parte del equipo se centra en una, los resultados serían mejores, estoy convencido.
El concepto de emprendimiento muchas veces se confunde con el hecho de autoempleo, y creo que va mucho más allá de eso. Pero el camino lo debemos iniciar los docentes y después transmitírselo al alumnado.

Si el alumnado ve u observa que nosotros, no trabajamos en equipo, en cada uno de nuestros módulos, no cooperamos y no ven unas relaciones fluidas, ese objetivo, modestamente, creo que no lo vamos a alcanzar.

Considero que si se puede ser creativo sin ser innovador, según William Coney:

¿La creatividad es pensar en ideas nuevas y apropiadas, mientras que la innovación es la aplicación con éxito de las ideas dentro de una organización. En otras palabras, la creatividad es el concepto y la innovación es el proceso ¿.

La creatividad se centra en las ideas, en la capacidad que tienen las personas para generar ideas nuevas, mientras que la innovación es la aplicación práctica de esas ideas. La gran mayoría de las veces que se tienen nuevas ideas no se llevan a cabo o si se llevan a cabo, no siempre tienen éxito en la sociedad.