Tradicionalmente, la sociedad e instituciones educativas han priorizado el desarrollo de competencias cognitivas, dejando de lado otras competencias básicas sociales que contribuyen al desarrollo integral del alumnado. Sin embargo, en los últimos años, cada vez tenemos más constancia de experiencias educativas en las cuales el desarrollo de competencias emocionales en todos los miembros de la comunidad educativa tiene una relación directa con la mejora, no solo de las relaciones sociales y la convivencia, sino también en los resultados académicos del alumnado. El tratamiento de las competencias emocionales en el aula está plenamente justificado en nuestra legislación, que expone la necesidad de que todo el alumnado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional. Asimismo, el currículo tanto de educación infantil, primaria y secundaria se formula partiendo tanto del desarrollo cognitivo como emocional. Este, aboga por la construcción la identidad del alumnado mediante la toma de consciencia de sus emociones y sentimientos, y el desarrollo de la educación para la convivencia a través del tratamiento de la competencia emocional. En base a esta necesidad de un cambio en el paradigma escolar dónde el sistema educativo proporcione una respuesta ajustada a las necesidades de su alumnado, se propone este grupo de trabajo. Está dirigido al desarrollo de competencias en inteligencia emocional en el profesorado para su posterior aplicación en el aula. El trabajo que se va a realizar está basado en el programa de implantación de la inteligencia emocional propuesto por Alberto Ortega, experto en inteligencia emocional, coaching y programación neurolingüística. Este programa se presenta dividido en distinciones (o competencias emocionales) en las que se irá formando al profesorado, ofreciéndole recursos para su implantación progresiva en el aula.