En el caso de alumnos/as poco motivados por el estudio, he podido comprobar que una metodología que suele funcionar bastante bien es el Aprendizaje Cooperativo. En muchas ocasiones, los malos resultados son consecuencia de la falta de hábito en el estudio e intentar cambiar esto, cuando los alumnos ya tienen una edad, resulta complicado. El uso de esta metodología permite aprender de manera indirecta con las actividades realizadas, muchas de ellas planteadas como simples juegos, y afianzar conocimientos que posteriormente van a ser evaluados en las distintas pruebas de clase.
Así lo he podido comprobar en los exámenes de 4º ESO C, pues el hecho de haber trabajado verdaderamente los contenidos en la realización de las actividades ha dado lugar a la asimilación de conceptos que luego han podido plasmar de manera positiva en la prueba escrita, reconociendo muchos de ellos que, pese a no haber estudiado, han podido enfrentarse satisfactoriamente a lo que les pedía el examen. Evidentemente, esta metodología requiere una adaptación y preparación previa, pero hasta el momento, puede decir que vale la pena intentarlo.