Siempre resulta interesante escuchar a Lucía hablar sobre disciplina positiva. En mi caso, ya había tenido la oportunidad de oírla en otra ocasión, una tarde en que, por iniciativa de la coordinadora de Escuela- Espacio de Paz, vino a nuestro centro. Ya en esa ocasión quienes asistimos a su charla nos fuimos con la sensación de haber aprendido algo que podría servirnos en nuestra tarea diaria como docentes. Aquellas tres horas se nos hicieron demasiado cortas. Por eso ahora, en este grupo de trabajo, resulta tan oportuno volver a escucharla. Estas dos sesiones iniciales nos han introducido en ese mundo complejo que son las relaciones alumno-profesor en el aula desde una perspectiva mucho más emocional. Como ella misma no se cansa de repetir es muy importante no perder de vista cuál es el punto de partida de cada uno de nuestros alumnos. Su punto de partida emocional. Este enfoque necesario a todo aprendizaje es el punto en el que debemos insistir.
El próximo jueves volveremos a verla y aprenderemos de sus experiencias en el aula como observadora. Nosotros, por nuestra parte, aportaremos las nuestras, no siempre satisfactorias. De ese intercambio, estoy seguro, surgirá un más que interesante debate.