Grupos de trabajo
Desde la finalidad de la educación, enfocada al desarrollo pleno e íntegro de la personalidad del alumnado, es necesario abordar, junto a su desarrollo cognitivo, su desarrollo emocional y moral. Formarnos en educación emocional, como docentes, para conocernos quiénes somos, aprender a reconocer lo que sentimos y ser capaz de expresarlo, teniendo en cuenta nuestra madurez personal y nuestro propio cuerpo y así llevarlo al aula es lo que pretendemos con esta autoformación. Esto conocimiento unido a las aportaciones de disciplina positiva nos va a permitir disponer de un conjunto de herramientas para favorecer el crecimiento personal y social del alumnado.