A veces en clase jugamos a buscar parecidos entre algunas letras y números y al revés, claro. Es fantástico la imaginación y la inventiva que muestran las alumnas y alumnos de Infantil ante un campo abierto y aún desconocido por ellos, (recuerdo cuando era niño -en la era predigital- que en clase la maestra nos presentaba los números con parecidos, así el uno era un soldado desfilando, el dos un cisne...).
En esta relación me llama la atención la similitud que existe entre la lectoescritura (Myriam Nemirovsky) y la lógico matemática, como procesos de aprendizaje donde el niño va asimilando conceptos y significados.
Por un lado el niño aprende su nombre con una tarjeta y descubre letras, y por otro las cuenta. El trazo es también un entrenamiento; desde el dominio de la lateralidad izquierda derecha de su propio cuerpo hasta los comienzos al trabajar con un lápiz, la pinza, la presión, el tamaño, localización...
Son observaciones que aprendemos en la teoría de nuestro magisterio y que vemos como se plasma en la práctica diaria, aunque el curso en Infantil dure 3 años.
En la actualidad, en nuestras clases de 5 años A y B, comenzamos trabajando por proyectos, sabiendo que un mismo centro de interés ya posee suficientes contenidos en números, letras, plásticas y manualidades, cuentos, canciones, juegos, etc. De manera gobalizada dejamos que surjan los intereses de los alumnos para ir relacionando lo que saben con las nuevas experiencias y contenidos que les ofrecemos como adultos y como docentes.
Investigamos y construimos contenidos en torno a una temática muy general, como en este curso: El Lobo de los Cuentos (Caperucita, Los 3 Cerditos, Los 7 Cabrititos, Pedro y el Lobo, El cumpleaños del lobo...); Los Animales; Los Deportes; Los Alimentos; Julio Verne (La vuelta al mundo en 80 días, Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna, 20.000 leguas de Viaje submarino...).
Y todo ello para crear un ambiente de enseñanza y aprendizaje óptimo, divertido, curioso, para indagar y descubrir cosas.
Ahora, centrados en el ABN también somos los maestros/as los que descubrimos una nueva manera de comprender los números y su galaxia infinita, reelaborando ideas preconcebidas desde el espacio y el tiempo, es decir, desde el pasado donde aprendimos nosotros y el futuro donde enseñamos.