Grupos de trabajo
Las actividades musicales, especialmente cuando se realizan en grupo, y, aún más, cuando son el resultado de un trabajo orientado específicamente a la exposición pública, se benefician enormemente de una adecuada ¿puesta en escena¿ que contribuya a hacer llegar el resultado de ese trabajo en las mejores condiciones posibles. Algunos instrumentos, como la cuerda pulsada, o los instrumentos de cuerda frotada, no pueden, por su naturaleza acústica intrínseca, participar en determinados escenarios sin una preparación técnica adecuada. El conocimiento de técnicas básicas de sonorización que permitan hacer llegar un sonido amplificado al oyente, permite abrir un gran abanico de posibilidades y extender la participación y el alcance de las propuestas interpretativas del centro a otros ámbitos diferentes al aula o la pequeña sala de conciertos. Por otra parte, en una sociedad cada vez más tecnificada y con recursos tecnológicos cada vez más asequibles, conocer y utilizar adecuadamente medios de registro sonoro de esa actividad interpretativa con finalidad formativa y de difusión debería ser una exigencia cualquier centro de enseñanza musical debería estar en condiciones de cumplir.