Hoy damos por concluida nuestra formación en centros (metodología ABN), al menos, en lo que a parte teórica y de preparación se refiere. A partir de ahora toca ponerse "manos a la obra". Queda un largo camino que recorrer, aunque las ganas e ilusión pronostican un cambio, seguro, a mejor.
Nuestro convencimiento es firme: las matemáticas, tal y como las enseñamos actualmente no son, ni mucho menos, accesibles para un amplio espectro de nuestro alumnado. No debemos dejar pasar la oportunidad de ofrecer a nuestros alumnos y alumnas nuevas estrategias o herramientas que les acerquen a ese mundo tan abstracto de los números y las operaciones. La implantación de la metodología ABN en nuestro centro va, no solo a mejorar los resultados académicos de nuestro alumnado (algo que, quizá, no apreciemos hasta que no pasen algunos años), sino que va a asegurar una atención a la diversidad (ritmos de aprendizaje, necesidades, intereses, motivaciones...) imprescindible para dar respuesta a los grupos tan heterogeneos que nos encontramos en nuestra tarea diaria.