Sin  lugar a dudas, el uso  del lenguaje tiene, principalmente, un componente social. Podemos decir, por ello, que se convierte en una verdadera carta de presentación nuestra cuando nos relacionamos y nos comunicamos con los demás. De ahí, que tenga también una repercusión importante desde el punto de vista laboral. Desde este enfoque hemos trabajado en el aula la expresión escrita, en un intento siempre de que el alumnado sea consciente de la importancia que tendrá en su futuro, por ejemplo, la corrección de sus escritos. Esta perspectiva, además, favorece que los alumnos se encuentren más motivados e implicados en su formación pues perciben  la conexión del estudio de la lengua con la realidad más inmediata. Así, las diferentes actividades que hemos llevado a cabo en el aula nunca han perdido de vista este enfoque práctico y ya empezamos a tener algunos  resultados. Sirva de ejemplo, cómo determinados alumnos  que presentaban al inicio del curso escolar una gran cantidad de faltas de ortografía han logrado disminuir las mismas. También comprobamos que ponen mayor empeño en la presentación y la cohesión de sus escritos. Parece evidente que han comprendido que un uso eficaz de la lengua escrita les permitirá alcanzar sus objetivos. Seguiremos trabajando para que eso sea posible.