Aprovecho esta ocasión para destacar cómo la lectura semanal con mis alumnos de 1º de ESO, me esta brindando la oportunidad de trabajar el desarrollo de las cuatro destrezas lingüísticas, con un hilo vertebrador, según venimos diciendo, como es la lectura. En este trimestre, nos hemos centrado, especialmente, en la oralidad. Estamos realizando lecturas dramatizadas de obras dramáticas; pequeñas tertulias literarias en las que los alumnos expresan sus impresiones  y ofrecen sus opiniones sobre las lecturas realizadas, en un intento, siempre, de disfrutar con los libros; también se están llevando a cabo, pequeñas exposiciones orales con apoyo audiovisual sobre los libros que más les ha gustado, etc. Todas estas actividades dinamizan el ritmo de las sesiones y crean un ambiente óptimo que invita a leer por placer, a reflexionar sobre lo leído, pero también a interactuar verbalmente, a modular  y proyectar la voz y, especialmente, a dar la entonación correcta a las lecturas, algo en lo que presentaban ciertas dificultades los alumnos de 1º de ESO, según pudimos observar en la evaluación intermedia, por lo que estas actividades están resultando muy apropiadas para dar solución a esta situación.