Queridos compañeros/as, espero que continuéis bien en la situación de confinamiento que nos ha sacado a todos de nuestro centro y que nos ha llevado como por arte de magia a ampliar nuestras aulas, hacerlas más grandes, incorporando el salón, la cocina, o el dormitorio de los hogares de nuestro alumnado. Sus familias, padres, madres, hermanos... se han convertido en colaboradores y apoyo permanente de las tareas de enseñanza y aprendizaje, siendo fuente de inspiración y así comprobar el buen equipo y el espíritu compartido que creamos entre todas las personas que formamos la Comunidad Educativa de la Ecoescuela.

 

Ha sido un reto aceptado, compartido y desarrollado el poner en práctica lo aprendido durante el curso; mantenernos en el presente, recordar los valores que nos guían, darnos y ofrecer compasión... etc. Es por ello que creo que ha sido un acierto proponer como tarea para terminar el curso el hacer partícipes a nuestro alumnado de la importancia de cuidarnos no sólo físicamente sino también emocionalmente en el ámbito de sus hogares, por lo que se incluyó en las propuestas de tareas la realización de unas meditaciones adaptadas a cada curso. 

 

Uno de los objetivos marcados era la creación del Jardín de la alegría, un espacio para la meditación y el mindfulnes, que hemos rehabilitado en lo que antes era una clase ordinaria. Se han realizado las reformas de pared, luces, mobiliario... pero aún nos quedan dar algunos retoques. Esperemos poder finalizar e inaugurar la misma, lo antes posible. Es de agradecer y reconocer el trabajo realizado por familias del centro en la implicación para su desarrollo.

 

Partiendo de una breve explicación a las familias  sobre la finalidad de éste curso, que tras haberlo trabajado previamente en el aula, pensamos que ahora sería un buen recurso para sobrellevar mejor la situación actual. Sabedores de las dificultades que muchas familias tienen, pedir al alumnado que después de las prácticas compartan las experiencias vividas, si se sienten mejor, si les ha gustado, no siempre ha sido posible, pero las evidencias que nos han llegado demuestran que la actividad ha trascendido incluso el espacio y el tiempo que pudiéramos dedicar en el colegio. 

 

Como evidencias tenemos muchas fotos y dibujos de la experiencia. No olvidar realizar también la encuesta de Séneca.