Conjunto de actuaciones implementándose en el proyecto

A lo largo de este trimestre hemos trabajado fundamentalmente la evaluación y hemos llegado a algunos acuerdos con respecto al tema que se pueden resumir en los siguientes aspectos:

-Vamos a evaluar a través de diferentes actividades que se llevan a cabo en inglés, tanto a nivel hablado como escrito o listening. El examen será una actividad más como herramienta de evaluación del inglés, pero no será la única herramienta. Evaluaremos la utilización del idioma intentando que sea siempre un aspecto motivador y que sume siempre a la nota que refleje la evaluación de la utilización de la lengua extranjera. De acuerdo con la normativa, nunca restará.

-Las rúbricas serán un elemento de trabajo esencial en el proceso, ya que suponen una orientación muy importante tanto para el profesor como para el alumnado. Hemos elaborado diferentes rúbricas comunes para evaluar de manera lo más similar y consensuada posible. De este modo nuestro alumnado seguirá una serie de pasos y criterios similares a la hora de elaborar o producir materiales y pruebas. Hemos intentado que las rúbricas sean sencillas y claras con el fin de que tanto el profesorado como el alumnado se puedan guiar por ellas. Pretendemos que el alumnado aprenda y mejore a través de las rúbricas. El conocimiento de lo que se les pide para evaluarlos hace que tengan muy claro lo que se les pide y qué aspectos deben mejorar.

-A través del grupo de trabajo de las competencias, estamos aprendiendo cómo evaluar desde una óptica competencial y lo estamos aplicando a nuestra evaluación. Está siendo un elemento revelador y más completo a la hora de evaluar el desarrollo y progreso de nuestro alumnado. Lo estamos haciendo a través de pequeñas actividades individuales y conjuntas, lo que hace que los criterios de evaluación por competencias queden más claros y sean fácilmente aplicables.

En general, si aplicamos criterios previamente consensuados, vemos que el alumnado tiene unas ideas más claras con respecto a cómo se tiene que enfrentar a sus tareas diarias en el proceso de aprendizaje, lo cual facilita su labor diaria y su progreso. El grueso de su trabajo se ve recompensado por el conocimiento de la finalidad de las rúbricas, por ejemplo, facilitándoles el que sepan exactamente hacia dónde se dirigen.

Desde el momento que se tiene en cuenta la participación del alumnado en una tarea determinada, se genera automáticamente una motivación positiva. Observar el uso o la comprensión del idioma a través de definiciones, ejercicios escritos, orales, presentaciones, canciones, documentales, comentarios usuales e incluso respuestas a preguntas básicas o complejas en el desarrollo de una clase debe formar parte del proceso de evaluación. De hecho, esta debe ser la evaluación del idioma si consideramos que el idioma es la herramienta de trabajo que se usa para comunicarse a todos los niveles que forman parte del proceso educativo y de aprendizaje.

Valoración del grado de ejecución de las actuaciones planificadas para el centro

Las actuaciones planificadas están dando un resultado satisfactorio a diferentes niveles. Creo que el conjunto de profesores que estamos participando en el grupo tenemos unos criterios comúnes después de hablarlo y discutirlo en las reuniones. Pero lo más importante es que estamos consiguiendo establecer una actitud común que, a medida que pasa el tiempo, se hace más generalizada, coherente y asimilada por parte del profesorado. El alumnado se beneficia en gran medida del hecho de que la evaluación se haga desde varios frentes comúnes y encuentra que sus herramientas son más variadas, y, por tanto,  se sienta más motivado a la hora de trabajar. Estamos consiguiendo que el idioma sea una herramienta de uso diario y común, que cada vez les cuesta menos utilizar. Estamos consiguiendo que el alumnado, en un alto porcentaje, cambie de registro, de un idioma a otro, de manera más natural, sin sentirse abrumado por hacerlo ni negarse a ello.

Desde un punto de vista objetivo, dentro de lo que cabe, la valoración de las actuaciones es positiva desde dos puntos de vista: estamos consiguiendo que el uso de la lengua extranjera sea cada vez un obstáculo menor, y que la evaluación esté cada vez más nítida a la hora de aplicarse desde las diferentes asignaturas que conforman el Proyecto Bilingüe.

Desde las 4 lenguas que estamos trabajando, se están tratando diferentes aspectos que contribuyen a la riqueza cultural de nuestro alumnado: la mitología griega y latina y los cuentos, el inglés latino que facilita el uso del vocabulario y la expresión del idioma.

Valoración del grado de ejecución de las actuaciones planificadas en cada aula

Todo lo que se lleva al aula está mediatizado positivamente por las actuaciones conjuntas que se acuerdan en las reuniones semanales, por lo tanto, la valoración es positiva. Hemos llevado a cabo las unidades integradas de ESO1 y ESO2 con buenas perspectivas y por el camino adecuado. El problema es que las dos tareas finales previstas para cada una de ellas han quedado canceladas: la visita a la planta de reciclaje de Granada  (ESO1) y la visita a la Alhambra (ESO2) se han visto afectadas por los acontecimientos relacionados con el coronavirus. No obstante, el proceso ha sido adecuado y se han trabajado e implementado las correspondientes actividades en el aula desde todas las asignaturas bilingües. Pero la evaluación de lo que ha dado tiempo a trabajar responde a unos criterios adecuados y coherentes según lo que se ha trabajado a lo largo del trimestre.