Metodología y núcleos temáticos
Los cuatro pilares básicos en torno a los que trabajar son:
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Agua
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Energía
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Residuos
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Entorno físico y humano
La metodología para investigar estos temas se estructura en torno a cuatro etapas:
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Sensibilización
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Ecoauditoría
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Plan de Acción
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Código de Conducta
Para valorar la situación ambiental y ecológica del centro, es necesario hacerlo desde diferentes puntos de vista, con la idea de que el análisis sea lo más profundo y global posible. Esta valoración nos ayudará a detectar aquellos aspectos susceptibles de mejora o cambio; lo que nos llevará a concebir un modelo de escuela ecológica que va a determinar nuestras actuaciones.
Toda esta dinámica conlleva un aprendizaje transversal y global, no parcelado, donde las diferentes disciplinas nos van a aportar recursos para el análisis y puntos de vista diferentes, dejando de ser por tanto fines en sí mismas y pasando a ser instrumentos válidos para la comprensión de la realidad en todas sus facetas.
La ecoauditoría es un instrumento que permite la transformación del contexto del centro escolar tanto a nivel físico y material, como a nivel de las relaciones de las personas que allí conviven, pretendiendo un desarrollo a nivel ético y cultural hacia estilos de vida más respetuosos, cooperativos y solidarios. A través de ella se aprende de la realidad analizándola, comprendiéndola y cambiándola; lo que genera cambios en el papel que tradicionalmente juegan alumnado y profesorado. Es una forma de aprender y disfrutar al mismo tiempo.
Se propone un proyecto de investigación conjunto de profesorado y alumnado para establecer una dinámica de cooperación, en la que la transmisión de conocimientos se convierta en una tarea de coordinar y orientar el trabajo a partir de las diferentes situaciones que se establezcan en el aula y de las propuestas, reflexiones y análisis que se vayan realizando.
Tan importante como analizar e investigar la situación ambiental del centro, es comunicar y divulgar los datos que se van obteniendo a lo largo del proceso, así como los resultados finales. Se trata de crear espacios para el intercambio, la exposición y la divulgación de trabajos y conclusiones, tanto escritas o gráficas como orales.
La duración de este proceso se adecuará a las necesidades y características específicas de cada centro, estimándose que pueden ser necesarios al menos tres cursos escolares si se pretenden abordar los cuatro núcleos de trabajo.