Situación de partida

-El sector de la literatura juvenil ha sido el único que no ha sufrido los efectos de la crisis. Mientras que las editoriales generalistas han sufrido en torno a un 30% de pérdidas, los sellos de literatura infantil y juvenil han aumentado sus ventas entre un 5% y un 10%.

-Según datos del Observatorio del Libro y la Lectura (MEC), los lectores más activos se encuentran en la franja de edad de los 10 a los 15 años. A partir de esa edad se produce un descenso paulatino, que se incrementa a partir de los 18 años.

-Esto nos lleva a una reflexión: ¿somos los profesores de secundaria quienes espantamos a loslectores?

-La lectura tradicional (de libros impresos, especialmente de novelas) requiere un esfuerzo, leer cansa y cuesta, no es divertido, no es tan adictivo como otros entretenimientos más directos. Se lee por obligación, se lee porque dicen que es lo que debemos hacer.

-La lectura suele difundirse como una actividad saludable, semejante a hacer deporte o comer verduras, y desde ese punto de vista no hay manera de que resulte atractiva.

-La lectura no es un valor social, es algo lento y costoso, la lectura es algo del pasado en un presente utilitarista que busca lo inmediato y la satisfacción directa.

-Los enemigos de la lectura son demasiado poderosos como para intentar siquiera que la lectura vuelva a convertirse en un valor. Leer novelas es retro.

-Sin embargo, hay que rechazar el mito del paraíso perdido: nunca como ahora se editaron tantos libros con tanta calidad editorial, libros tan atractivos, tan próximos, tan diversos. Nunca como ahora hubo tantos lectores potenciales, y nunca fue tan fluida la comunicación escrita. Se lee mucho más que antes, pero se lee distinto.

-Se dice, fulminando a las nuevas generaciones, que los jóvenes no leen. ¿Cuántos adultos, cuántos padres, cuántos compañeros del claustro son lectores? ¿Y qué libros, cuántos libros al mes, al año?

-Observamos que la lectura es vista por nuestros alumnos como un obstáculo que hay que superar para aprobar una asignatura concreta.

-La lectura está lejos de ser algo apreciado como una fuente de enriquecimiento, conocimiento y entretenimiento.

-También entre los padres y madres, e incluso entre los compañeros, sería difícil encontrar una actitud favorable a la lectura más allá de los aspectos curriculares concretos.

-La consideración de la lectura, en el mejor de los casos, se ha convertido en eso que debemos hacer para tener una vida equilibrada, como el ejercicio físico o la comida saludable, suprimiendo su capacidad para rebelarse contra los discursos dominantes, para crear un mundo distinto al de la mayoría.

Objetivos

-Promover el valor de la lectura no como un ejercicio saludable sino como un acto subversivo y extraño que te diferencia de los demás cuando los demás te piden que sean exactamente como ellos.

-Compartir la experiencia individual de la lectura en pequeños grupos afines, creando clubes de lectura que funcionen al margen de la asignatura de LCL y de los aspectos académicos. Clubes de lectura de alumnos y de profesores.

-Reflexionar sobre el valor y la función de la lectura: su utilidad, su necesidad, su ninguneo.

-Difundir pequeñas campañas publicitarias dentro del IES que favorezcan una actitud positiva hacia la lectura no académica.

-Desarrollar actividades de animación a la lectura: dramatizaciones, lecturas públicas teatralizadas, recitales, el poema de los lunes, el relato de los viernes.

-Actualizar el fondo de la biblioteca con libros solicitados por los alumnos.

-Crear un fondo de títulos que faciliten la transición entre la literatura juvenil y la literatura adulta.

-Crear una asignatura de libre configuración que funcione como un club de lectura.

Repercusión en el aula

-Una consideración distinta de la lectura favorecerá la rutina concreta de las lecturas obligatorias de las distintas asignaturas, así como permitirá potenciar el uso de materiales diversos y dinamizar la biblioteca. 

-Mejorará las competencias referentes a la lectoescritura.

¿La creación de un club de lectura estable formado por alumnos que funcione como una actividad extraescolar, con la posibilidad de que se convierta, además, en una asignatura de libre configuración.

¿Ese club serviría como dinamizador de las campañas de animación a la lectura, y podría formar parte de la oferta educativa/cultural del centro.

Actuaciones

Recursos y apoyos

[... Pendiente de redacción por los participantes de la comunidad...]

Estrategias e indicadores para la valoración del trabajo

[... Pendiente de redacción por los participantes de la comunidad...]