Siguiendo las indicaciones del coordinador al respecto de dónde colgar la entrada referida a la sesión formativa del pasado 12 de mayo, pondré aquí mi valoración de la misma, mientras no se me indique lo contrario.
Tras distribuirnos en dos grupos base, fuimos contestando una serie de preguntas lanzadas por el coordinador. A partir de ellas, analizamos algunos de los cambios más significativos que comporta la LOMCE. De los aspectos trabajados, destacaré aquellos que me parecieron más interesantes.
En cuanto a los estándares -que son especificaciones de los criterios de evaluación que permiten definir los resultados de aprendizaje y que concretan lo que el alumnado debe saber, comprender y saber haceer-, llegamos a la conclusión de que deben ser observables, medibles y evaluables, al tiempo que deben permitir graduar el rendimiento.
Trabajamos la diferencia entre criterios de evaluación, estándares e indicadores. La normativa nos da los criterios y el estándar relacionado con cada criterio. Estos estándares tienen carácter finalista, es decir, de adquisición al final de ciclo. Los centros, por su parte, deben establecer los indicadores para cada curso y ciclo.
Igualmente interesante me parece el debate establecido en torno a la diferencia -ya comentada en la entrada anterior- entre ejercicio, actividad y tarea.
Un ejercicio es una acción o un conjunto de acciones dirigidas a la comprobación del dominio adquirido sobre un determinado conocimiento, cuya respuesta es, por tanto, prefijada y repetitiva, y busca automatizar un aprendizaje, que suele estar descontextualizado. Aunque los ejercicios son necesarios, no contribuyen directamente a la adquisición de las competencias clave.
Una actividad, en cambio, es una acción o conjunto de acciones orientadas a adquirir un conocimiento nuevo o a utilizar de forma distinta uno ya adquirido; por tanto, implica cierto grado de contextualización al tiempo que puede contribuir a la adquisición de alguna competencia.
La tarea, por su parte, es una acción o conjunto de acciones orientadas a la resolución de una situación o problema, en un contexto definido, combinando todos los saberes disponibles para elaborar un producto relevante, con lo que implica distintos procesos mentales. Aquí radica su condición interdisciplinar, su inserción en un contexto concreto y la utilización de múltiples recursos -conocimientos, estrategias, destrezas-, contribuyendo, así, directamente a la adquisición de las competencias.

Integrar el trabajo por competencias, supone un esfuerzo de todos para poder hacer realidad el objetivo de un real y efectivo cambio metodológico. Este cambio supone variaciones a nivel de Centro y un nuevo papel tanto del docente como de los educandos.

Para eso, estamos trabajando diferentes aspectos de estas Competencias Clave, como la cuestión terminológica, donde se encuentran conceptos, como: Udis, Tareas, Elementos Curriculares, Indicadores de Evaluación, que son unos de los caminos de nuestro propósito de cambio. Pudiendo culminar con la visualización del aprendizaje, que concreta lo que el alumno aprehende en cada área, donde observamos el rendimiento de forma integradora( Estándares de Aprendizaje) , desarrollando tareas específicas que a la vez, le proporcionen un aprendizaje globalizado, que les sirva de forma tal, que se conviertan en individuos "competentes" para seguir aprehendiendo,aprendiendo.

Como participante en esta formación en centros tengo que destacar la labor llevada a cabo por Agustín Durán Caballero el cual nos está formando e informando de manera muy efectiva, con una muy buena preparación de sus exposiciones y siempre utilizando las nuevas tecnologías para darle otro color a esta formación y aprender otras cosas más. La formación me está resultando muy interesante ya que ahora mismo estoy muy alejado de la evaluación por competencias. Con esta formación estoy aprendiendo y enriqueciéndome sobre las competencias clave.