Estimados/as compañeros/as, una vez leídos los artículos que he seleccionado  os dejo un resumen de los mismos, a ver qué os parece.

También deciros que en mi carpeta he guardado un archivo con el título de los artículos seleccionados y la distribución de cada uno de ellos.

Audiovisuales y Educación

                Estoy totalmente de acuerdo con lo planteado en el artículo sobre que los medios audiovisuales son siempre educativos, en la medida en que influyen sobre lo que el joven aprende y sobre la manera en que aprenden, es decir, sobre sus saberes y sobre su relación con el saber, sobre el proceso donde se mezclan razón y emoción, información y representación.

Los diversos estudios de psicología de la educación evidencian  los grandes beneficios que tiene la educación audiovisual sobre el aprendizaje del alumnado, al recibir la información por dos vías: la auditiva y la visual. Asimismo, la utilización de estos medios audiovisuales hace que el alumnado se abra al exterior.

Por tanto, los medios audiovisuales son un recurso didáctico de gran importancia tanto presencial como a distancia y como auxiliares didácticos de la práctica docente y  dicen cómo comportarse ante deter­minadas situaciones.

Así la utilización de estos elementos multimedia nos ayuda a interpretar el entorno y a aceptarlo tal como es.

 Está comprobado que el uso de la multimedia mejora el aprendizaje de los alumnos y reduce el tiempo de instrucción y los costos de la enseñanza. Tienen una importancia trascenden­tal desde el punto de vista didáctico, debe asumirse por cada académico y se debe enseñar a partir de los mismos.

Políticas de género y estereotipos sexistas en la publicidad de los medios audiovisuales

Considero que  es totalmente necesaria una publicidad responsable, que no reproduzca ¿ni genere- contenidos que puedan resultar ofensivos y/o denigrantes para ningún sector de la población y en la que no se reflejen modelos deformados e inadecuados, susceptibles de ser repetidos o asimilados ¿sobre todo por los más jóvenes- como normales e incluso deseables.

Pero, sin embargo, la publicidad sigue mostrando papeles estereotipados de género dificultando la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Y sigue promoviendo modelos y roles de género tradicionales  que alejan a las mujeres de los espacios profesionales, la relegan al ámbito de lo doméstico, la sitúa en una posición de dependencia respecto al hombre o la somete a unos estándares de belleza preconcebidos.

Los medios audiovisuales de comunicación, deben respetar los derechos, libertades y valores constitucionales, especialmente en relación al principio de igualdad de género y la eliminación de todas las formas de discriminación.  Pero el principio de igualdad de género apenas se vislumbra en la realidad publicitaria actual aunque se  considera ilícita la publicidad que atente contra la dignidad de la mujer, la que utilice el cuerpo de la mujer como objeto desvinculado del producto y la asociación de la imagen femenina a comportamientos estereotipados.

 Ahora bien, sobre la transmisión de estereotipos, considero que el número de quejas ante el  sexismo en los medios es escaso. Y además son las mujeres las más críticas con el papel que desempeñan los medios de comunicación, crítica que aumenta en paralelo al nivel educativo de las encuestadas.

Se incide en los mismos estereotipos de hace décadas y en la exclusión de la participación de niños y niñas en determinados tipos de juguetes. Además, los anuncios más sexistas son también los más emitidos por las televisiones; solo el 9% de los anuncios estudiados cuenta con una valoración positiva, mientras que el 61% ha recibido una valoración negativa o muy negativa. Así, se constata que esta publicidad sigue presentando explícita o implícitamente a la mujer como la persona encargada de asumir íntegra o principalmente tareas de cuidado de la casa y la familia. Por lo que hace referencia a la presencia de estereotipos sexistas masculinos o femeninos, hemos de señalar que éstos se reproducen en el 79% de los anuncios.

Es totalmente necesario  que los medios de comunicación apuesten firmemente por introducir en su actividad la preeminencia del principio de igualdad de género.