Grupos de trabajo

Imagen de fondo del tipo de comunidad

La formación permanente del profesorado tiene como objetivos el estímulo del trabajo en equipo y cooperativo y la difusión del conocimiento para la creación de redes profesionales y el aprendizaje a través de las buenas prácticas. De este modo, el profesorado se convierte en el verdadero artífice del cambio docente y de la formación integral de las personas, siendo necesario en todo momento impulsar su formación, autoridad profesional y social, su autonomía y su responsabilidad y compromiso, prestigiando de este modo su labor docente. De otra parte, es deber de todo centro docente apostar por la mejora continua como camino hacia la consecución de objetivos para alcanzar la excelencia. Esta doble circunstancia, nos lleva a establecer este grupo de trabajo que se marca como finalidad fundamental, mejorar el conocimiento del profesorado de la familia profesional de sanidad en el campo de la prevención de riesgos laborales e inspeccionar, evaluar, valorar y realizar propuestas de mejora de las condiciones de seguridad e higiene en las aulas utilizadas por los alumnos que cursan ciclos formativos de la familia de sanidad. Así pues, en este sentido girarán todas las acciones realizadas por este grupo de trabajo.

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Posición de trabajo y elementos auxiliares

Tanto la postura como elementos auxiliares: mesa, silla, plano de trbajo, etc, son indispensables para realizar un correcto trabajo y a la vez preservarnos de lesiones sobre todo de columna vertebral. Envio una serie de norma a tener en cuenta:

1 La altura del asiento de la silla
debe ser regulable (adaptable a las
distintas tipologías físicas de las
personas). La ideal es la que permite
que la persona se siente con los
pies planos sobre el suelo y los
muslos en posición horizontal con
respecto al cuerpo o formando un
ángulo entre 90 y 110 grados. La
altura correcta del asiento es muy
importante, ya que si ésta es excesiva
se produce una compresión en
la cara inferior de los muslos; si el
asiento es demasiado bajo, el área
de contacto se reduce exclusivamente
al glúteo (las piernas quedan
dobladas hacia arriba cerrando el
ángulo formado por los muslos y el
cuerpo) provocando compresión
vascular y nerviosa.
2 El respaldo de la silla también
debe ser regulable en altura y ángulo
de inclinación (adaptable a las
distintas tipologías físicas de las
personas). La función del respaldo
es facilitar soporte a la región lumbar
de la espalda, por lo que debe
disponer de un almohadillado que
ayude a mantener la curvatura de
la columna vertebral en esta zona.
El respaldo conviene que llegue,
como mínimo, hasta la parte media
de la espalda, debajo de los
omoplatos y no debe ser demasiado
ancho en su parte superior para
no restar movilidad a los brazos.
3 Las sillas deben ser estables; su
base de apoyo estará formada por
cinco patas con ruedas. Es importante
que las sillas puedan girar y
desplazarse, de modo que se pueda
acceder con facilidad a los elementos
cercanos a la mesa de trabajo y
se eviten los esfuerzos innecesarios.
a los hombros y a los brazos, aunque
su función principal es facilitar
los cambios de posturas y las
acciones de sentarse y levantarse
de la silla.
4 El material de revestimiento del
asiento de la silla es recomendable
que sea de tejido transpirable y
flexible y que tenga un acolchamiento
de 20 mm de espesor, como míni
mo. El material de la tapicería
y el del revestimiento interior tienen
que permitir una buena disipación
de la humedad y del calor. Así
mismo, conviene evitar los materiales
deslizantes.
5 Los mandos que regulan las dimensiones
de la silla se deben poder
manipular de forma fácil y segura
mientras la persona está sentada
en ella.
6 Los reposabrazos son recomendables
para dar apoyo y descanso
7 El asiento de la silla debe tener
una superficie casi plana y el borde
delantero redondeado para evitar
la compresión en la parte inferior
de los muslos.
8 Mantener una correcta posición
de trabajo que permita que el
tronco esté erguido frente al plano
de trabajo y lo más cerca posible
del mismo, manteniendo un
ángulo de codos y de rodillas de
alrededor de los 90 grados. La cabeza
y el cuello deben estar lo más
rectos posible.
9 El uso de reposapiés permite el
ajuste correcto de silla-mesa cuando
la altura de la mesa no es regulable.
Se recomienda que tenga una
profundidad de 33 cm y una anchura
de 45 cm.
10 El plano de trabajo debe situarse
teniendo en cuenta las características
de la tarea y a las
medidas antropométricas de las
personas. La altura de la superficie
de trabajo debe estar relacionada
con la altura del asiento, el
espesor de la superficie de trabajo
y el grosor del muslo.

1 La altura del asiento de la silla
debe ser regulable (adaptable a las
distintas tipologías físicas de las
personas). La ideal es la que permite
que la persona se siente con los
pies planos sobre el suelo y los
muslos en posición horizontal con
respecto al cuerpo o formando un
ángulo entre 90 y 110 grados. La
altura correcta del asiento es muy
importante, ya que si ésta es excesiva
se produce una compresión en
la cara inferior de los muslos; si el
asiento es demasiado bajo, el área
de contacto se reduce exclusivamente
al glúteo (las piernas quedan
dobladas hacia arriba cerrando el
ángulo formado por los muslos y el
cuerpo) provocando compresión
vascular y nerviosa.
2 El respaldo de la silla también
debe ser regulable en altura y ángulo
de inclinación (adaptable a las
distintas tipologías físicas de las
personas). La función del respaldo
es facilitar soporte a la región lumbar
de la espalda, por lo que debe
disponer de un almohadillado que
ayude a mantener la curvatura de
la columna vertebral en esta zona.
El respaldo conviene que llegue,
como mínimo, hasta la parte media
de la espalda, debajo de los
omoplatos y no debe ser demasiado
ancho en su parte superior para
no restar movilidad a los brazos.
3 Las sillas deben ser estables; su
base de apoyo estará formada por
cinco patas con ruedas. Es importante
que las sillas puedan girar y
desplazarse, de modo que se pueda
acceder con facilidad a los elementos
cercanos a la mesa de trabajo y
se eviten los esfuerzos innecesarios.
a los hombros y a los brazos, aunque
su función principal es facilitar
los cambios de posturas y las
acciones de sentarse y levantarse
de la silla.
4 El material de revestimiento del
asiento de la silla es recomendable
que sea de tejido transpirable y
flexible y que tenga un acolchamiento
de 20 mm de espesor, como míni
mo. El material de la tapicería
y el del revestimiento interior tienen
que permitir una buena disipación
de la humedad y del calor. Así
mismo, conviene evitar los materiales
deslizantes.
5 Los mandos que regulan las dimensiones
de la silla se deben poder
manipular de forma fácil y segura
mientras la persona está sentada
en ella.
6 Los reposabrazos son recomendables
para dar apoyo y descanso
7 El asiento de la silla debe tener
una superficie casi plana y el borde
delantero redondeado para evitar
la compresión en la parte inferior
de los muslos.
8 Mantener una correcta posición
de trabajo que permita que el
tronco esté erguido frente al plano
de trabajo y lo más cerca posible
del mismo, manteniendo un
ángulo de codos y de rodillas de
alrededor de los 90 grados. La cabeza
y el cuello deben estar lo más
rectos posible.
9 El uso de reposapiés permite el
ajuste correcto de silla-mesa cuando
la altura de la mesa no es regulable.
Se recomienda que tenga una
profundidad de 33 cm y una anchura
de 45 cm.
10 El plano de trabajo debe situarse
teniendo en cuenta las características
de la tarea y a las
medidas antropométricas de las
personas. La altura de la superficie
de trabajo debe estar relacionada
con la altura del asiento, el
espesor de la superficie de trabajo
y el grosor del muslo.

 
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