PRIMERA REFLEXIÓN
Con el título de nuestra formación ¿UDIS, cambio metodológico en el aula¿ estamos poniendo la verdadera intención de lo que queremos conseguir.
Sabemos que el proceso es lento, a veces algo complicado de entender, que nos llega sin haber asumido del todo la finalidad del trabajo por competencias y que no hemos dado el paso para una formación seria y fundamentada. Pero este es nuestro reto y, por ello, comenzamos esta formación con el objetivo de enriquecernos mutuamente con las aportaciones de todos.
Las decisiones a tomar sobre nuestra organización, los métodos de enseñanza y las estrategias de evaluación deben efectuarse en función de los aprendizajes que se espera que desarrollen nuestros alumnos.
Este planteamiento implica una ruptura o cambio metodológico puesto que supone superar el enfoque lineal tradicional del proceso Enseñanza-Aprendizaje (contenidos - métodos - evaluación) y asumir un enfoque innovador en el que todas las decisiones relativas a la metodología de enseñanza deben realizarse a partir de las interrelaciones que, alrededor de las competencias a alcanzar, se establecen entre las modalidades organizativas o escenarios para llevar a cabo los procesos de enseñanza-aprendizaje, los métodos de trabajo a desarrollar en cada uno de estos escenarios, y los procedimientos de evaluación a utilizar para verificar la adquisición de las metas propuestas
Si entendemos que una competencia es algo que se demuestra en la acción, una potencialidad que se convierte en acto, que no es algo que se infiere sino algo que el alumno hace y que está centrada en su futuro profesional más que en lo académico, debemos admitir que la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje debe asumir los principios de una metodología activa y práctica. Una metodología que permita al alumno enfrentarse a situaciones, reales o simuladas, no sólo para adquirir y desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes sino también para demostrar el nivel de consolidación de las competencias adquiridas en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Y aquí situamos las tareas dentro de nuestras programaciones. El fin de las tareas nos lleva a proponer ese cambio metodológico. Implica acción en un contexto. Los alumnos tienen que hacer "algo". La finalidad de una tarea es obtener un producto, un producto que se tendrá que exponer y presentar a la comunidad educativa.
Os propongo dos preguntas para contestar y, después de leer esta reflexión, empezar a animarnos a compartir nuestras opiniones.
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¿Qué elementos nos frena para introducirnos en este cambio metodológico: falta de formación, la inseguridad de dejar de depender de los libros de textos, los pocos recursos personales que tenemos para trabajar con dinámicas cooperativas, no entender la finalidad de las competencias y cómo evaluarlas, etc?
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Ya hemos llevado a cabo nuestra primera tarea en el primer trimestre. ¿Qué no ha funcionado y qué sí ha funcionado?, ¿cómo se ha evaluado y si esta evaluación es significativa para nuestros alumnos?, ¿el producto final ha creado motivación y ha provocado ese cambio metodológico del que hablamos? Aunque Infantil y especialistas no han elaborado una tarea propiamente dicha pueden exponer su metodología y si va en sintonía con lo expuesto anterioremente.
Espero vuestras respuestas.