ESTA FORMACIÓN EN CENTRO SURGE DE LA DEMANDA, POR PARTE DEL PROFESORADO DE MEJORAR SU CONOCIMIENTO ACERCA DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL, CON EL FIN DE MEJORAR LA GESTIÓN EMOCIONAL Y APROVECHAR LAS EMOCIONES COMO MEDIO PARA PROMOVER EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS CLAVE EN EL EALUMNADO. ESTA FORMACIÓN DEBE BASARSE EN EL PRINCIPIO DE QUE LOS MAESTROS/AS Y DEMÁS PROFESIONALES DE LA ENSEÑANZA SON MODELOS PARA LOS NIÑOS/AS Y POR CONSIGUIENTE AQUÍ RADICA LA IMPORTANCIA DEL APRENDIZAJE VICARIO. UN PROFESOR/A EMOCIONALMENTE COMPETENTE POSEE UN SENTIMIENTO DE AUTOESTIMA ESTABLE, HABILIDADES SOCIALES Y OPTIMISMO, SABE MANEJAR SUS EMOCIONES NEGATIVAS Y FRUSTRACIONES, APRENDE DE SUS ERRORES, SE PONE EN EL LUGAR DE LOS DEMÁS, DEFIENDE ASERTIVAMENTE SUS DERECHOS... TODAS ESTAS DESTREZAS SON PERCIBIDAS POR EL RESTO DEL EQUIPO Y SE REFLEJA EN LA BUENA Y FLUIDA RELACIÓN CON LOS PADRES, Y POR SUPUESTO, EN SUS ALUMNOS/AS QUIENES APRENDEN POR IMITACIÓN E INSTRUCCIÓN.