El pasado mes de abril, asistí, de forma voluntaria, a un grupo interactivo en el instituto Carmen de Burgos. Estuve en una clase de 1º, en la asignatura de Inglés. La clase se dividió en 4 grupos, con un total de 18 alumn@s, me sorprendió la cantidad de alumn@s que faltan a una clase. En cada grupo estábamos un adulto con una de las 4 actividades que se iban a desarrollar a lo largo de la clase. Entre ell@s elegían quien escribia las respuestas e iban desarrollando la tarea, me di cuenta de que siempre lo hacían los que mejor controlaban la materia y el resto más bien aceptaban lo que sus compañer@s decían o escribían. En el tercer grupo, empecé a ser yo quien repartiría como se iba organizar la tarea, todos iban a escribir de manera rotativa y todos iban a leer, de la misma manera. A partir de este momento, empecé a verle más sentido a la actividad y ví la cantidad de objetivos que se pueden lograr con los grupos interactivos.
Para mí ha sido una actividad muy positiva, aún al principio sintiéndome un poco perdida, porque no sabía hasta donde podía llegar mi ayuda y al final por ver como alumn@s que estaban más perdidos en la asignatura se esforzaban mucho por su equipo.