Grupos de trabajo

Imagen de fondo del tipo de comunidad

El aprendizaje cooperativo es una de las estrategias metodológicas que se proponen en la nueva ley educativa, la LOMCE. Como tantos aspectos innovadores de los que se habla hoy en día en pedagogía, la relevancia del aprendizaje cooperativo tiene algo más de 20 años. Además, ya estaba entre las recomendaciones metodológicas de las leyes educativas anteriores, como la LOE o la LOGSE. Efectivamente, fueron las investigaciones de Johnson & Johnson en el comienzo de los años 90, las que pusieron de manifiesto el aprendizaje cooperativo y su relevancia. En realidad estudiaron diferentes formas de agrupamiento para ver cuál podía ser más eficaz. Una de las formas era el aprendizaje competitivo, en el que los estudiantes compiten entre sí para lograr los resultados previstos. En esta forma de aprendizaje, cuando se lleva a cabo en grupos, se considera que uno consigue el objetivo si y solo si los demás no lo logran. La segunda forma que investigaron fue el aprendizaje individual. Cada uno debe preocuparse por conseguir solo los propios objetivos, al margen de lo que hagan los demás. Por último, en la situación de aprendizaje cooperativo el grupo tiene que trabajar conjuntamente porque se logran los objetivos si, y solo si, cada miembro del equipo consigue los suyos. Las investigaciones descubrieron que el aprendizaje cooperativo, sin competición entre los grupos era el que mejor rendimiento obtenía. Esto no implica que el aprendizaje cooperativo sea la única forma de agrupamiento que se proponga e. Ya que será necesario que los alumnos aprendan otras formas de aprendizaje: individual y también competitivas. Los beneficios del aprendizaje cooperativo Estudios sobre el aprendizaje cooperativo ponen de manifiesto que esta forma de agrupamiento tiene otros beneficios: ¿Desarrolla habilidades interpersonales y de trabajo en equipo. ¿Fomenta la responsabilidad personal, la flexibilidad y la autoestima. ¿Favorece la integración de alumnos con dificultades.

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TERCERA SESIÓN

 

Siendo las 17:50 horas del día 16 de enero de 2017, se reúne este grupo de trabajo para, a través de la puesta en práctica de las actividades diseñadas en la sesión anterior debatir los resultados.

Llegamos a la conclusión de que en  nuestras aulas surgen de manera habitual conflictos que nos producen desasosiego e insatisfacción y que obstaculizan e impiden el normal desarrollo del aprendizaje entre el alumnado que a ella asiste.

Desde la perspectiva de entender que el conflicto es algo natural en los grupos humanos y que debe ser afrontado de una manera constructiva, y por tanto, educativa, aportaremos  ideas, normas, rutinas y experiencias que están dando buen resultado en otros compañeros y compañeras que la desarrollan de manera habitual en su práctica educativa.

Las propuestas ofrecen ideas para que cada cual las traslade a su realidad cotidiana y las haga suyas desde su estilo y el de su alumnado y suponen una forma de entender el proceso de enseñanza y aprendizaje alejado del posicionamiento transmisivo tradicional para contribuir a crear un clima cordial y acogedor que favorezca las habilidades relacionales necesarias y un clima de convivencia en el aula para favorecer el aprendizaje de todos y todas sin excepción.

CLIMA DE LA CLASE

Las condiciones ambientales del aula permiten crear unas relaciones personales acogedoras y un clima favorecedor del trabajo necesarios para el mejor aprendizaje.

Para construir un clima de clase adecuado, proponemos una serie de medidas para favorecerlo:

- Es necesario establecer límites en la primera semana del curso y mantenerlos a lo largo del curso. Disponer de normas efectivas de convivencia que regulen los comportamientos más frecuentes.

-Mantener una relación de confianza con el alumnado. Entrenarles en relacionesde colaboración y de respeto.

-Conocer los roles del alumnado y propiciar que contribuyan a la convivencia y no la perturben, reconduciendo su actitud cuando sea necesario.

 

Sin más asuntos que tratar, se levanta la sesión siendo las 19:20 horas del día arriba señalado.

 

Comentarios
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Presentación Hernández Muñoz
Es importante hacer ver a nuestro alumnado que el aula está compuesta por un grupo de personas que han de comportarse como ciudadanos insertos en una sociedad que trascienda el aula.
Como ciudadanos, tenemos unos derechos y deberes que, es fundamental, que el alumnado conozca desde el principio:

Establecer límites en la primera semana del curso y mantenerlos. Disponer de normas efectivas.
1.- Establecer con el grupo/clase qué conductas son aceptables y cuáles no en las primeras semanas porque, si no es así, las normas la acaban imponiendo los líderes negativos quienes inician conductas de tanteo e incumplimiento de normas desde elprincipio del curso. Aunque a lo largo del curso, las normas tienden a relajarse ligeramente, conviene esforzarse en mantenerlas. A pesar de que cada profesor/atiene su estilo, las normas no deben ser ambiguas para nadie, sino claras, realistas aceptables y funcionales.
Esto nos obliga a consensuarlas para toda la comunidad educativa y especialmente en el claustro pero debemos, también, razonarlas con nuestros alumnos.
Publicado el día 20/01/17 22:14.
Ana Isabel Clares Coronado
En todos los centros existe un Reglamento de Organización y Funcionamiento en vigor. Debemos analizar cuál es la realidad del mismo, consensuar cómo nos gustaría que funcionara el centro, qué normas están funcionando y qué no y analizar las causas. También analizar las normas no escritas instaladas como rutinas y que, en muchos casos, condicionan grandemente el funcionamiento del centro y de las aulas.
Es conveniente consensuar por el Claustro y Consejo Escolar las normas generales del centro que configurarán un determinado clima, especialmente dirigidas a 3 aspectos: en relación al aprendizaje, en relación a las personas, en relación al entorno.

En la primera quincena de septiembre el claustro puede abordarlo y realizar una primera propuesta genérica de trabajo, que cada tutoría concretará en su aula durante la primera quincena. Esta será abordada de nuevo con posterioridad por el claustro en octubre para su aprobación e inclusión en el Plan de Convivencia y PAC.




a) Elaborar normas explícitas en las aulas: Normas efectivas que regulen los comportamientos más frecuentes. Redactadas por escrito (pocas, claras, redactadas en positivo, cumplidas- no admitir incumplimiento, flexibles, no fijar las que no se puedan hacer cumplir).
b) Desvelar las normas implícitas: establecidas por las rutinas, que marcan en gran medida el funcionamiento del aula y que, en gran medida, conforman su clima para hacerlas explícitas, si son adecuadas, o eliminarlas si no lo son.
c) Velar porque no exista contradicción entre unas y otras, ya que si es así, éstas se resuelven siempre a favor de las implícitas. Si tenemos como norma establecida la puntualidad pero se consiente reiteradamente su incumplimiento, se terminará imponiendo la conducta contraria a la deseable.
d) La efectividad de la norma depende de las consecuencias de su incumplimiento y de su cumplimiento.
e) Conviene aplicar, de vez en cuando, estímulos positivos ante el cumplimiento de las normas para consolidarlas.
1.- Explicación de las razones de dotarnos de normas.
2.- Mediante lluvia de ideas o trabajo en grupo que establezca la norma que regule la rutina positiva, su incumplimiento y su reiteración.
3.- Aceptación en asamblea del grupo de la norma propuesta y el sistema de sanciones ante su no cumplimiento.
Norma Conducta contraria Consecuencia de su incumplimiento
Consecuencia de su incumplimiento reiterado
Mantener una relación de confianza con el alumnado. Entrenarles en relaciones de colaboración y respeto.
El respeto mutuo es el eje de una relación de convivencia positiva, pero no aparece espontáneamente sino que debe ser practicado y aprendido diariamente en clase, aplicándonos la máxima: ¿no hagas conmigo lo que no quieras que yo haga contigo¿.
Las relaciones entre profesorado/alumnado deben partir de las relaciones entre personas con similares derechos y deberes, no pueden estar basada en relaciones de autoridad-poder, sino en relaciones de reciprocidad y de respeto mutuo. Para ello es imprescindible mantener una relación afectiva entre alumnado y profesorado, aunque dejando claro el papel que cada cual ocupa en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Publicado el día 20/01/17 22:16.

Miembros Miembros

Foto de Francisco Javier Peralta Sánchez

Francisco Javier Peralta Sánchez

Foto de José Mario Horcas Villarreal

José Mario Horcas Villarreal

Foto de Ana Isabel Clares Coronado

Ana Isabel Clares Coronado

Foto de Francisco Góngora Pérez

Francisco Góngora Pérez

Foto de Presentación Hernández Muñoz

Presentación Hernández Muñoz