El aprendizaje colaborativo ha sido especialmente enriquecedor para mí este curso debido a la novedad que el perfil perfil de nuestro alumnado me ha supuesto. Por un lado, las diferencias de nivel de aprendizaje y resursos personales tan diversos y, por otro, la eticencia del alumnado a compartir su trabajo y cooperar. En el proyecto final "Proud of living in Campo de Gibraltar" el trabajo cooperativo ha logrado integrar a alumnas que de otro modo se habrían sentido aisladas en clase y su mejora en competencias habría sido muy inferior. No obstante, ha quedado también constancia de que para llevar a cabo este tipo de aprendizaje los grupos deben tener una mezcla actitudinal y aptitudinal mayor, ya que en algunos grupos donde es mezcla es desproporcionada difícimente se logran los objetivos marcados. Esta situación me ha llevado a aprender muchísimo del contexto y las distintas situaciones educativas que he vivido.

Las sesiones de aprendizaje cooperativo han sido muy interesantes y de gran ayuda para realizar nuestro trabajo en el aula. Es un proceso lento de integrar en el aula y necesita mucho tiempo y trabajo pero muy útil.

Puedo decir desde mi punto de vista profesional que aunque me ha costado llevarlo a la práctica, en algunas ocasiones funciona muy bien y los resultados son estupendos, supongo que también depende un poco del tema que estemos dando ya que, en algunas ocasiones no funciona y es un poco frustante.

Las sesiones de aprendizaje cooperativo me han parecido bastante interesantes, si bien hubiera preferido que para el diseño de próximas ediiones que incluyan casos prácticos para reaizar con los paricipantes; ya que es la manera más eficiente de comprobar cuáles son las ventajas y las dificultadades que podemos encontrar a la hora de aplicarlo.

La experiencia más irelevante ha sido la del proyecto de la liga de la tabla periódica, en la que han trabajado en grupos de 4 o 5 alumnos, han buscado información, formulado preguntas en Inglés y han cubierto los contenidos de la unidad didáctica. Lo más sorprendente ha sido la mejora evidente de los resultados obtenidos en las pruebas escritas. Ha sido una experiencia motivadora para los alumnos, que se ha traducido en unos excelentes resultados.

Las sesiones de aprendizaje cooperativo que hemos recibido en la formación en el centro han sido de gran ayuda ya que no solamente se nos ha informado de como implantar dicha práctica en nuestras aulas, si no que además se nos ha guiado de manera adecuada en como conseguir un aprendizaje cooperativo real. No es un proceso que se consiga de la noche a la mañana, y mucho menos se trabaja igual en un grupo o en otro. Lo que sí es cierto que para que se consiga y sea efectivo el docente tiene que tener claro cual es el camino y trabajar hacia la meta.

Puedo decir desde mi propia experencia que me esta siendo difícil conseguir un aprendizaje cooperativo real. Tengo mi aula dispuesta en grupos de 3, 4 o 5 alumnos y alumnas, y las actividades que se realizan se trabajan de manera cooperativa. Aun no he establecido roles dentro de los grupos, aunque si que lo he intentando en alguna ocación pero el intento ha sido fallido. Me queda mucho recorrido para conseguir dentro del aula trabajar en cooperativo y que sea efectivo pero no dudo que con la experiencia y el tiempo, y con las pautas y consejos recibidos en la formación lo conseguiré. 

Los talleres de aprendizaje cooperativo a los que he asistido me han parecido muy interesantes. En mi caso particular no tenía experiencia alguna con este tipo de metodología, por lo que me ha resultado una experiencia muy enriquecedora. La única pega es que me hubiera gustado que hubiéramos dedicado parte del tiempo de las sesiones a escenificar entre nosotros alguna tarea en grupos cooperativos.

En mis clases he empezado a implementar este tipo de metodología aunque  los resultados han sido dispares. En algunos grupos funciona bien, pero en otros no es posible trabajar de esta manera debido a que el nivel de ruido aumenta al trabajar en grupo. Para este tipo de grupos, he preferido trabajar en parejas en lugar de en pequeño grupo de cuatro personas.

Aunque me parecen interesante cualquier información que pueda ayudarme en mi práctica docente, también es verdad que, con la escasez de tiempo, no siempre es productivo el tiempo que se le dedica a ello. Si tuviera todo el tiempo del mundo...pero no, no lo tengo, y por ello he de optimizar el que tengo.

La impartición de charlas de caracter práctico, como el aprendizaje colaborativo, sin un ejemplo de dicho aprendizaje me resulta a veces un poco vaga. En un momento como el que vivimos con mucha... infinita información en la web acerca de tantísimos temas, se requieren prácticas donde dicha información se convierta en conocimiento, en aprendizaje. 

Claro que son los propios docentes los que han de llevar eso a la práctica. Pero sería más enriquecerdor la inclusión de casos concretos de aplicaciones en al aula. Casos que hayan supuesto al inicio una  gran dificultad y se recogan los pasos que se fueron dando para superarlos.

Concluyo que me pareción entretenida la charla, interesante el contenido y, sin duda, necesario para el desarrollo de la autonomía personal del alumno, pero me faltan ejemplos de "superaciones" a la  hora de aplicar la teoría, de casos que supusieron una dificultad y de cómo se superó. Porque en estos inicios profesionales cualquier caso práctico nos supone una gran ayuda.

Las sesiones del curso de aprendizaje cooperativo me han parecido muy amenas e interesantes. El aprendizaje cooperativo es algo que, a día de hoy, estoy en proceso de implantar en mi aula, y los consejos y actividades propuestas por el ponente van a servirme en el futuro para acabar de adaptar mi clase a esta metodología. En mi caso, las particularidades de los grupos a los que imparto clase no me han permitido ponerlo en práctica en su totalidad. Aún así, puedo ver las ventajas del aprendizaje cooperativo en el aula a la hora de motivar a los alumnos en el proceso de aprendizaje, y tras la realización de las sesiones estoy segura de que será más fácil y eficaz hacerlo.

Las sesiones que hemos recibido sobre aprendizaje cooperativo me han parecido muy interesantes para intentar implantar este tipo de metodología en mis clases. En mi caso personal, debo reconocer que era un poco reticente a utilizarlas, es algo que no conocía del todo y en lo que nunca he participado, ni como alumno ni como docente. Sin embargo, me he dado cuenta de los beneficios que puede tener en el alumnado, sobre todo en el tema de la motivación. Es importante adaptar la enseñanza a las necesidades de los alumnos y a las características del mundo que les rodea. Por eso, gracias a estas sesiones he apuntado sugerencias y consejos para ir poniendo en práctica poco a poco el aprendizaje cooperativo.

Las sesiones de aprendizaje cooperativo me han parecido muy interesantes y he conseguido aprender mucho con ellas. Dicho esto, el llevar la teoría a la práctica no me ha resultado tan sencillo. Como dificultad principal me he encontrado con el hecho de no conocer en profundidad a mi grupo-clase y su causística. Es fundamental que el profesor conozca en profundidad a sus alumnos para que así pueda formar grupos de aprendizaje idóneos para que este sea efectivo y gratificante para todas las partes. Además, no en todos los grupos funciona este tipo de aprendizaje, ya que no todos los alumnos lo reciben con el mismo entusiasmo. 

Como ejemplo de este tipo de aprendizaje y como puesta en práctica, hemos trabajado la sintaxis en cooperativo, en grupos de 3 donde un alumno dominaba mejor la materia y explicaba al resto las dudas. Siempre con la supervisión del profesor. A pesar de llevarlo a cabo con un grupo cohesionado nos encontramos con la dificultad de que algunos alumnos no entendían las explicaciones o se quejaban de que el compañero llevaba a cabo su tarea sin ayudar al resto.

Otro ejemplo lo hicimos con los grupos de 4ºESO. En esta ocasión escogimos la literatura. En grupos de 4, los alumnos contaban con una batería de preguntas y el material necesario para buscar las respuestas, muchas de ellas de deducción y comprensión de lo que estaban leyendo. Entre todos debían buscar las respuestas y llegar a un cuorum, aunque después eran contestadas de manera individual en el cuaderno. La experiencia no fue mal, pero también nos encontramos con la dificultad de que había grupos que trabajaban mejor que otros.

En este tercer trimestre intentaremos volver a llevar a la práctica más actividades cooperativas, ya que no nos atrevemos aun a que toda nuestra metodología se base en el trabajo cooperativo, ya que creemos mejor ir poco a poco. 

 

El aprendizaje cooperativo es una metodología activa que tiene como finalidad lograr la autonomía del alumnado, además de profundizar en aspectos tan determinantes como la ayuda mutua, el trabajo en equipo, la responsabilidad individual, el desarrollo de las habilidades sociales y la inclusión de todo el alumnado, es por ello que es una de las metologías más idóneas para trabajar la inclusión en el aula del alumnado NEAE.

La formación en este tipo de metodología ha sido muy interesante y positiva, con bastantes dinámicas y parte práctica.

Desde mi punto de vista, la dificultad que encuentro para llevar a cabo este tipo de metodologías es el desconocimiento del alumnado. Para que un grupo funcione con aprendizaje cooperativo debe haber una buena cohesión de grupo y un conocimiento previo del alumnado.

Las sesiones de aprendizaje cooperativo fueron muy útiles e interesantes. Este tipo de aprendizaje requiere en primer lugar una organización y estructuración del trabajo por parte del docente y posteriormente una puesta en práctica que si se realiza de la manera adecuada puede resultar muy enriquecedora para el alumnado. Cada miembro del grupo tiene asignada una función individual dentro del grupo y al mismo tiempo todos los componentes del grupo tienen que estar vinculados y entender que sin el esfuerzo y trabajo de todos ellos no conseguirán los objetivos propuestos. Me parece que esta manera de trabajar con los alumnos puede resultar muy positiva y el aprendizaje puede ser muy efectivo.

Desde mi punto de vista la formación sobre grupos cooperativos me ha resultado muy interesante ya que en mi caso nunca había tenido la oportunidad de ponerla en práctica. Uno de los apuntes principales de estas sesiones fue, que el trabajo cooperativo no consiste en agrupar a los alumnos de manera aleatoria para que realicen juntos sus tareas si no que detrás de esta agrupación debe haber un estudio previo sobre las características del alumnado. Además, trabajar de forma cooperativa conlleva hacer pruebas constantes y equivocarse cuantas veces sea necesario hasta dar con grupos cooperativos eficaces. Por otro lado, si que eché en falta en estas sesiones un entrenamiento o periodo de prácticas en la que enseñarnos recursos y ejemplificar como poder trasladar toda la teoría que se nos dió a la realidad de nuestras aulas. 

Desde mi punto de vista la formación ha sido muy positiva pero quizás esta formación debería llevar aparejada una experimentación, es decir, deberíamos realizar la formación trabajando esas estrategias, metodologías, técnicas, actividades, etc. Es muy interesante escuchar explicaciones de cómo hacer o no hacer trabajo cooperativo pero creo que animaría mucho más a trabajar en cooperativo si el profesorado experimentara en su propia piel cómo funciona, como se siente un alumno y lo bien o mal que funcionan las técnicas cuando se implementan. 

Creo que, en general, estamos muy saturados de información, archivos y carpetas en nuestro ordenador que contienen información valiosísima y que verdaderamente ayudarian  a la mejora de nuestro proceso de enseñanza, sin embargo, lamentablemente, estamos saturados también de tareas que realizar en nuestro día a día y no nos dijan tiempo para leer, reflexionar e incorporar esas metodologías, estrategias, técnicas, etc tan fantásticas.

Es por todo ello que creo en la formación "haciendo" más que únicamente escuchando o viendo.