Me sumo a la intervención de Miguel Calvillo sobre la autoformación y la necesidad de reflexionar sobre la práctica y contrastar lo reflexionado.

En mi caso, la participación en esta formación tiene el sentido de poder compartir una actividad formativa con el equipo asesor. Es una posibilidad de intercambios de ideas, de sondear nuevas metodologías y dinámicas de grupo que redundan en el asesoramiento, yendo más allá de la vorágine diaria y de toda la carga administrativa-burocrática que implica la labor de asesoría.

Mi compromiso está en participar en las actuaciones descritas en el proyecto, realizando las tareas oportunas.

En esta nueva edición de nuestra autoformación queremos avanzar hacia la mejora de los procesos de asesoramiento que llevamos a cabo. Bien es cierto que tener tiempo para nuestra propia formación empieza a ser complicado dado el volumen de trabajo que tenemos pero es preciso centrarnos en las líneas que planteamos de cara a cumplir con ese objetivo prioritario que es la mejora de nuestro trabajo. En mi opinión, debemos dedicar tiempo a estos procesos y, en concreto, a terminar todo aquello que comenzamos el curso anterior y avanzar en la línea de la práctica reflexiva que comenzamos con la sesión de Manuel Mellado. La continuidad en la formación es esencial y nada mejor que aplicarrnos esta máxima a nosotros mismos. Salud.

La práctica reflexiva sobre nuestro trabajo se considera como una necesidad primordial si realmente queremos ofrecer una formación al profesorado de calidad. Cuando accedemos a las asesorías, nos dejamos llevar por las inercias de otros compañeros/as y sobre todo, por nuestra intuición. Por ello, pienso que es fundamental que nos detengamos a reflexionar sobre lo que hacemos y lo que deberíamos hacer para alcanzar a nuestros objetivos de la mejor manera posible.
El trabajo que estamos haciendo en pequeños grupos, donde cada uno/a puede expresarse con más libertad y comodidad que en gran grupo, me parece una estrategia fundamental donde poder escuchar todas las voces y opiniones. Además crea sentimiento de grupo y ayuda a acercar posiciones extremas subyacentes aún en algunos asesores/as. El camino del consenso, la empatía y el respeto mutuo, contribuyen a la mejora de nuestro trabajo diario y por tanto, redunda necesariamente en nuestra finalidad como agentes educativos.

La mejora de nuestra práctica, como la de cualquier otro docente, está directamente relacionada con la reflexión y evaluación de procesos, y ese es el objeto de esta formación en centros que pretende continuar con el trabajo comenzado en el curso anterior.
Compartir experiencias con el resto de compañeros, intercambiar ideas, conocer otras prácticas, formarnos a través de expertos, etc. En definitiva analizar nuestro trabajo para que a través de nuestra propia formación mejorar nuestra labor. Para ello se han diseñado una serie de actuaciones dentro de esta formación con las que me comprometo, como no podría ser de otra manera, con el objetivo de mejorar en mi práctica diaria en los procesos de asesoramiento.

Buenas tardes a todas y todos, al igual que mis compañeros, estoy de acuerdo con la importancia de la reflexión para el desarrollo de nuestra función asesora y para que esta sea de calidad, además de fomentar esta práctica entre el profesorado de nuestros centros como base y fundamentación de todo lo que venga después. En cuanto a las líneas de trabajo planteadas para la autoformación de este año, ya hemos comenzado nuestra andadura.

En cuanto a la acreditación de las innovaciones educativas: Durante la jornada del pasado lunes, en la que se llevó a cabo la primera jornada formativa de la red asesora, informamos, al resto de compañeros y compañeras de los CEPs de Priego y de la Sierra, de las conclusiones obtenidas del análisis de los diferentes documentos, sobre acreditaciones, que se llevó a cabo el curso pasado. A continuación, se realizó una dinámica en la que se trabajaron diferentes aspectos para poder elaborar nuestro propio documento que nos ayude a poder acreditar esas buenas prácticas o innovaciones educativas. Los aspectos trabajados fueron: Qué, quién, cómo y cuando. Conseguimos un documento con criterios unificados y acordados entre todos, dispuesto para ser valorado, ampliado y perfilado por una comisión provincial que estará formada por los directores y la directora de los diferentes CEPs de la provincia así como una representación de las asesorías.

Por otro lado trabajamos la mejora en el contacto con los centros de referencia. Considero que la formación en este tema también es muy necesaria y ya estamos haciendo hincapié en ese sentido. Creo que el trabajo que llevamos hecho y todo lo que tenemos programado hará que cada sea más fácil y fluido nuestro contacto con los centros, procurando que nos vean como alguien más del equipo del centro, cuyo objetivo va en el mismo sentido que el de ellos, que es mejora la práctica docente y la calidad de la educación de nuestro alumnado.

Todavía nos queda mucho camino por recorrer y tareas pendientes, entre ellas ver como disminuir el abandono en actividades formativas o cómo hacer partícipes de la actividad formativa a ese profesorado reacio a la formación, pero estamos en el primer trimestre y las actuaciones previstas van según lo programado.

¡¡¡Y nada más!!!! !!!!a seguir aprendiendo mucho!!!

Hola a todos y todas!
Las tres líneas de trabajo que nos hemos propuesto abordar este año en nuestra formación en centro me parecen muy necesarias y útiles para nuestro trabajo al que, como dicen mis compañeros, accedemos sin formación previa y vamos aprendiendo sobre la marcha, por ensayo y error, añadiendo buenas y malas experiencias que vamos coleccionando y que nos pueden condicionar en nuestro día a día.
Especialmente interesante me parece la línea de trabajo de mejora en el contacto y comunicación con los centros de referencia. La idea de estar más presentes en los colegios e institutos, con un trabajo más de campo, a la que personalmente estoy entregada siendo mi prioridad en estos últimos años dentro de mi asesoría, me lleva a querer mejorar en el apartado de comunicación con los centros.

La participación en esta Formación en Centro la considero de vital importancia, dado que, sin lugar a dudas, nos brindará la posibilidad de mejorar nuestra labor de asesoría a los centros. El intercambio de ideas, opiniones, experiencias, documentos relevantes y buenas prácticas resulta muy enriquecedor.

Además, como han apuntado algunos compañeros y compañeras, gracias a esta Formación en Centro, se está fomentando la sensación de pertenencia a un equipo que comparte unas metas comunes y que se esfuerza por intentar mejorar su trabajo cada día partiendo de la reflexión sobre su propia práctica.

Las tres líneas de trabajo que vamos a abordar este curso (acreditación de las innovaciones educativas, mejora en el contacto con los centros de referencia y disminución del abandono en actividades formativas) me parecen de gran interés y utilidad.

No cabe duda de que nuestro trabajo implica una actualización constante y esta Formación en Centro nos ofrece un tiempo y un espacio para perfeccionar nuestra labor asesora. La presencia de personas expertas en distintos ámbitos nos será de gran ayuda para profundizar en diversos aspectos (práctica reflexiva, Design Thinking, autoevaluación de centros, entre otros).

Creo que al igual que cualquier centro educativo la finalidad de la formación no es otra que la mejora de los procesos de enseñanza aprendizaje del alumnado en los centros
Desde esta perspectiva pienso que es necesario analizar con detalle los resultados de la zona para poder reflexionar en profundidad y tener evidencias de los procesos formativos que de verdad pueden estar implicados en la ayuda a esa mejora en los centros.
Por ello esta formación del equipo asesor es fundamental para tener referencias comunes que nos ayuden a seguir avanzando. Para poder analizar la practica asesora ya hemos iniciado el camino analizando los distintos procesos implicados en algunas actividades formativas "formales", este año creo que en centrarse en las formaciones en centro nos va a ayudar a analizar y poder plantear itinerarios que `puedan incidir directamente en los procesos de enseñanza aprendizaje de las aulas de nuestros centros de referencia.

La reflexión continua y crítica sobre cada una de las aristas que conforman el trabajo de la asesoría es el punto de partida básico para promover la mejora educativa desde nuestro servicio. Esta reflexión, que puede orientarse hacia aspectos muy diferentes, la enfocaremos este año a la acreditación de las innovaciones educativas, la mejora en el contacto con los centros de referencia y disminución del abandono en actividades formativas. Aspectos en los que me comprometo a trabajar a lo largo del curso de acuerdo a lo indicado en el proyecto de la formación en centros.

Esta autoformación debería concretar propuestas de mejora en nuestra actividad asesora tras un proceso reflexivo individual y del equipo técnico de formación.

En cuanto a la primera línea de acreditación de innovaciones educativas, creo que es necesario redactarla de modo más abierto para incluir posibles buenas prácticas (que no tienen por qué ser innovadoras).

Mi aportación en la línea de mejora del contacto con los centros de referencia, será en el diseño de dinámicas para provocar la reflexión durante las jornadas de la red asesora en torno a las temáticas: argumentario, documentación, gestión de reuniones, estrategias de comunicación e historial de centros. Posteriormente se establecerían las conclusiones y se plantearía como aplicarlas.

Por último, se podría añadir al proyecto de esta FC una línea de evaluación de la acción asesora. Aprovechando que se está realizando un monog¿afico sobre este tema en la revista ECO del CEP Córdoba, es una buena oportunidad para reflexionar sobre algunos aspectos de esta temática. Por mi parte, me comprometo a proponer instrumentos de evaluación de las autoformaciones (FC y GT) y plantear un instrumento de evaluación del impacto de un curso o itinerario.

Continuando con la línea formativa que iniciamos el curso pasado para profundizar en la mejora del asesoramiento educativo, este curso comenzamos nuestra formación con tres líneas de trabajo en las que esperamos profundizar.

Tanto la acreditación de las innovaciones educativas como la mejora en el contacto con los centros de referencia y el intento de disminuir el abandono en actividades formativas contribuirá sin duda a enriquecer nuestra labor de asesoría a los centros.
Nuestra formación en quipo, nuestro intercambio de experiencias, nuestro conocimiento de otras prácticas, dinámicas, herramientas... tanto de compañeros como de expertos nos ayudará a seguir configurando un marco de referencia desde la asesoría hacia acciones de asesoramiento con el que se podrá continuar avanzando en los procesos de reflexión de nuestra práctica asesora.

Con respecto a las líneas de trabajo, esta FC puede aportar soluciones a problemas compartidos por las asesorías, reformulados a continuación a modo de preguntas:

1. Acreditación de las innovaciones educativas (¿relación directa con la formación recibida?). En la sesión del pasado 11 de diciembre se concretaron los procedimientos y los pasos a seguir para poder hacerlo a nivel provincial. con el apoyo de la Delegación Provincial. En este caso, lo más interesante para las asesorías sería poder utilizar los ejemplos de buenas prácticas como evidencias de que la formación se traduce en intervenciones de éxito en las aulas/centros (o no).
2. Mejora en el contacto con los centros de referencia (¿aumento de las iniciativas formativas que los centros incluyen en el Plan de Formación y su evolución a lo largo del curso?). Me interesa poder avanzar en el registro de actas de visita (formatos, tiempos, registro de acuerdos, dinámicas de trabajo en equipo para reflexionar sobre necesidades formativas, documentación del centro consultada, etc) y en los nuevos formatos de actividades formativas que se pueden realizar en los centros. El plan de formación permanente debe estar presente en los proyectos de dirección de los centros. El procedimiento para la selección, nombramiento, evaluación, formación y reconocimiento de los directores y las directoras de los centros docentes, que este curso va a suponer una renovación en muchos casos, puede ser también un momento crucial para el diseño (conjuntamente con las asesorías de referencia) de un proyecto formativo estable y con recorrido (mínimo, el que tenga el equipo directivo desde el momento de su nombramiento en torno al 25 de junio del próximo año hasta su cese).

Personalmente, tengo interés en conocer en profundidad los fundamentos de Design Thinking y sus (posibles) aportaciones a la mejora de la formación del profesorado que se ofrece en nuestro CEP. Por último, la propuesta de Raúl es muy necesaria para mejorar la calidad de nuestro trabajo: elaborar instrumentos de evaluación de las autoformaciones (FC y GT) y plantear un instrumento de evaluación del impacto de un curso o itinerario. En éste último caso, creo que la edición de un curso no está completa si no le acompaña un programa de seguimiento del impacto de la misma (que vaya más allá de la entrega de una tarea¿).

En primer lugar, quiero dar las gracias a mis compañeras y compañeros, especialmente a los encargados de coordinar esta actividad, porque, como asesor novato, el curso pasado me fue muy útil, y este año seguro que puedo seguir aprendiendo mucho y aportar algo más. También quiero señalar que creía haber publicado este comentario en los primeros días de diciembre, pero al parecer algo no funcionó¿ (sí, son excusas).

Las propuestas a las que llegamos el curso pasado, en cuanto a la acreditación de innovaciones y el análisis de las tareas de nuestras propias actividades, arrojaron algo de luz, o por lo menos nos hicieron reflexionar, sobre nuestra propia práctica. Algo para lo que, como bien dice Miguel Calvillo en su intervención, no hemos sido preparados formalmente y que supone un continuo reto con nuevas exigencias en el día a día.

Todas y todos intentamos llevar a cabo nuestra labor de la mejor manera posible, gracias a este buen hacer individual y, en ocasiones, de equipo, el servicio prestado por el CEP de Córdoba es digno de mención, pero siempre cabe una mejora y para eso estamos aquí, para poner algo de ¿ciencia¿ en nuestra labor y aprender unos de otros, sabiendo qué nos funciona y qué no y compartiéndolo con el equipo.

Una de los retos que persigue la persona asesora es visibilizar las cosas que se hacen bien en los centros para tomarlas como ejemplos, esas buenas prácticas o innovaciones que a veces cuesta descubrir. De aquí la primera línea de esta formación: la acreditación de las innovaciones. Respecto a esta, me comprometo a colaborar en todas las tareas que se me encomienden, especialmente a las relacionadas con la comisión de trabajo en la que me he adherido, responsable de las tareas de comunicación.

En la mejora del contacto con los centros, para las jornadas provinciales, junto a Mercedes Arias y Manolo Lucena, me he encargado de teatralizar algunas escenas típicas del día a día en la asesoría de referencia (acceso a los guiones: goo.gl/7xVxho). Mediante estas puestas en escena pretendíamos provocar reflexiones en los participantes sobre qué hacemos mal y cómo mejorarlo. Seguiremos trabajando con las aportaciones que hicieron los participantes en la dinámica posterior organizada por Raúl Landa y Alfonso Gómez.

Respecto al reto planteado este curso consistente en la disminución del abandono en las actividades formativas, me ofrezco para ayudar en el análisis de la información obtenida mediante técnicas KDD (knowledge discovery and data mining) si el volumen de datos lo permitiese.

Sin más, espero que esta actividad nos aporte a todos y siga sumando un año más.

Las tres líneas de trabajo que se describen en el proyecto son tres ejes clave para mejorar nuestra labor asesora. Para ello considero imprescindible seguir formándonos y reflexionando de forma conjunta para llegara establecer unas lineas comunes de actuación que doten de coherencia los procesos de asesoramiento a los centros educativos.
En mi caso, en las jornadas de la red asesora realizadas el 11 de diciembre me centré en informar, junto a Beatríz Corpas y Trinidad Jerez, al resto de equipo asesor sobre la linea de trabajo realizada en torno a las acreditaciones educativas: cual fue el proceso de documentación, fuentes consultadas y documentos de síntesis elaborados para plantear una posterior reflexión basada en cinco preguntas guía: Qué se reconoce, quién, Cómo se detectan las buenas prácticas, Cómo se convocan y Cuándo.
A partir de aquí surgieron una serie de acuerdos que quedarán a disposición de una comisión para darles forma y concretarlos aun mas, dando lugar a un protocolo de actuación en el proceso de reconocimiento de experiencia relevantes dignas de publicitar en el ámbito educativo.

Creo que sería muy interesante que Manuel Jiménez nos formara en cómo se puede utilizar estás técnicas KDD a nuestra labor asesora de forma sencilla. Creo que puede ser un elemento innovador con gran futuro

Para cerrar este intenso trimestre y como asesora de este proyecto, debo decir que es un lujo contar y trabajar con un equipo tan implicado con la mejora de su tarea y considero que la autoformación, la reflexión y el trabajo compartido, es la mejor manera de hacerlo. Sin duda hemos avanzado en los objetivos propuestos y considero que tanto las sesiones con ponentes externos, como las de autoformación, así como las jornadas provinciales que celebramos el día 11 de diciembre, han sido muy provechosas.
De nuestro funcionamiento lo que más me preocupa es ir dando pasos concretos producto de todo este trabajo, evitando que se quede en la reflexión y en el proyecto y seamos capaces de tomar decisiones y de llevar a cabo actuaciones significativas para conseguir los objetivos.
El funcionamiento de la asesoría de referencia en, con y para los centros y la evaluación de prácticas educativas y de la propia formación, son dos ejes fundamentales en el momento en el que nos encontramos. Creo que hemos puesto la meta en el lugar correcto y debemos encontrar el modo de ir construyendo el camino para alcanzarla.
Marcar tiempos para la reflexión y la formación es importante y tenemos que seguir apostando por el trabajo en equipo, por eso considero fundamental que nos planteemos este proyecto de autoformación como algo prioritario en nuestra función asesora.
Por último, quiero felicitaros por el trabajo desarrollado en esta fase inicial y espero que en la fase de desarrollo vayamos alcanzando logros y materializando los objetivos propuestos.