En las primeras semanas de trabajo hemos realizado una labor de resumen del texto de la obra original. Así, a partir del visionado de la película en la que se inspira la obra sobre la que trabajamos- "Una serie de catastróficas desdichas"-, hemos seleccionado aquellas escenas exclusivamente necesarias para dar coherencia a la historia y hemos sintetizado al máximo el texto. De este modo ha resultado más  fácilmente abordable por los alumnos, que no tienen que enfrentarse a grandes parrafadas.

Inicialemente, hemos realizado lecturas de cada escena, sin recurrir aún a la acción dramática. En dichas lecturas hemos podido introducir juegos gracias a los que se practican diferentes entonaciones para un mismo texto, lecturas a diferente inensidad (para fomentar una buena proyección de la voz, y que así resulte el texto claramente entendible), lecturas a diferente velocidad de un mismo contenido,... Todo esto da lugar a que el alumnado, a través del juego, interiorice cada uno de los textos ,  haciendo además aportaciones que lo enriquecen, como, por ejemplo, buscar una expresión en el rostro que se adecúe a aquello que se desarrolla en el texto dado.

Una vez superada esta primera fase hemos entrado de lleno en la puesta en escena. Aquí es donde puede aparecer la mayor "dificultad" del profesor (aunque realmente no sea tal), que no es otra que desarrollar una labor de actor para poder trabajar con el alumnado las diferentes posibilidades dramáticas. Es por ello que hemos tenido que perder la vergüenza para mostrarnos ante nuestros alumnos con otras voces o con gestos exagerados. Pero como recompensa, esta actitud un tanto "cómica" del profesor permite precisamente que haya un mayor acercamiento y complicidad entre éste y el alumno, creándose un clima de trabajo totalmente relajado que permite que el adolescente trabaje insistentemente sobre un texto dado sin que le resulte cargante (a diferencia de lo que podría provocar a un alumno la lectura retirada de un mismo texto durante la impartición de una clase ordinaria).

En cuanto al aspecto musical, el departamento de Música ha trabajado cuatro temas cantados con el coro de alumnos del centro, reuniéndose dos recreos a la semana con éste. Aún continúan estos ensayos (ya solo un día por semana) pero ahora solo con la intención de perfilar algunos detalles y de asentar estos temas antes del estreno de la obra en el mes de mayo. Además de aspectos básicos como la afinación o el ritmo, se han trabajado otros como el de una correcta dicción o una vocalización extrema, lo que favorece al alumno en la práctica de exposiciones orales, además de aprender nuevo vocabulario.

Por otro lado, junto al Departamento de Eduación Física hemos realizado otra selección de videos que han servido como base para el diseño de las  cuatro coreografías que acompañan a ciertas escenas. Durante cuatro semanas se han desarrollado los ensayos para que los alumnos las aprendan. Curiosamente ha sido el tipo de actividad en la que más involucrados se han mostrado. Aquí de nuevo el profesor ha tenido que adquirir un papel poco común que es el de bailarín a la hora de ejemplificar cada uno de los movimientos, que además deben ir coordinados con los temas que el coro ha montado.

Por útlimo, junto al departamento de Eduación Plástica, Visual y Audiovisual se ha hecho una recopilación de imágenes destinadas al diseño del espacio escénico de nuestro musical. Actualmente estamos inmersos junto a los alumnos en la elaboración de los decorados.

Todas estas actividades de canto, danza,y dibujo y pintura permiten que el alumnado se sienta mucho más cercano a la historia y a los textos que trabajmos en las diferentes escenas. Hemos obreservado que gacias a todo  esto los alumnos ven un objetivo claro: poner un pie un teatro musical, y por tanto, se muestran mucho más participativos en estas actividades ligüisticas y artísticas que si se realizaran de forma aisalda o inconexa en cada una de las materias en el aula ordianria