Después de un intenso curso escolar, y de trabajar con los alumnos desde el comienzo, haciéndoles amar una lengua, un idioma, una materia, e incluso un instrumento de comunicación te das cuenta que lo importante es aprender a crecer y a cada día subir un pequeño escalón.
Para los alumnos de Primero de ESO francés se convierte en la gran desconocida, llegan con miedo, mucho miedo, y un poco a la defensiva sabiendo que eso ellos no les va agustar,y que es una lata una materia más, en la que deben de estudiar y sacar buenos resultados. Pero lo mejor es encontrarlos tan dispuestos, tan motivados, y tan despiertos a algo nuevo y diferente.
Su entusiamo es lo que hay que seguir trabajando y su amor por la materia, porque de ellos depende nuestro bienestar y nuestro buen trabajo. Hacerles gustar un idioma, con su funcionalidad concreta y útil para el día de mañana, pero trabajarla de acuerdo a su nivel , a sus intereses y a su edad.
Disfruto exageradamente trabajando con los alumnos de Primero, descubriendo un mundo nuevo, y lo que les queda por descubrir, de nosotros depende en gran medida