Me uno al cuestionario de mis compañeras sobre "el buen docente".

Lo que me ha motivado para ser docente, en el caso concreto del cante flamenco, ha sido la carencia de estudios reglados que existían cuando yo quise estudiar, y la motivación de enseñar desde un centro de enseñanzas oficiales y poner al alcance de cualquiera algo que los de mi generación tuvimos que aprender principalmente de manera autodidacta.
Me gustaría mejorar la metodología y, sobre todo, que se pudiera generar algún tipo de material curricular hasta ahora inédito basado en la experiencia en el aula.
Las cualidades que debe tener un buen docente creo que son principalmente la capacidad de comunicación, la empatía, la paciencia y la inquietud por seguir aprendiendo y formándose.
Las buenas prácticas que aporto al centro, aunque es muy pronto para valorar eso, creo que destacaría la actitud colaborativa con mis compañeros profesores y con el alumnado.
Dentro de diez años me gustaría seguir en este centro, porque además de desarrollarme profesionalmente en mi sector, podría conciliarlo con mi vida familiar sin tener que desplazarme a otra ciudad.