Grado de consecución  de los objetivos

Teniendo en cuenta los objetivos que nos marcamos al inicio de la formación, podemos evaluar el grado de consecución de estos de manera detallada recordando el objetivo planteado y su nivel de consecución.

• Potenciar la convivencia desarrollando valores, actitudes, habilidades y hábitos que la promocionen y la mejoren.

Este objetivo se ha alcanzado de manera aceptable. La implementación de las técnicas de control, atención plena y relajación han influido en la mejora del alumnado que ha sido destinatario de dichas prácticas. No obstante, la realidad del centro es la que es, existe un número de alumnos y alumnas bastante importante y no todos han experimentado estas estrategias proporcionadas por la formación. En resumidas cuentas, ha mejorado la convivencia en un número importante del alumnado, pero el impacto en la totalidad del centro podría haber sido mucho mayor.

• Dotar al profesorado y al alumnado de las herramientas necesarias para intervenir de forma eficaz y paliar conductas contrarias y prejudiciales para la convivencia.

Este objetivo se ha alcanzado de manera satisfactoria. El profesorado participante ha obtenido un amplio abanico de estrategias, técnicas y dinámicas para intervenir, paliar y mejorar conductas perjudiciales para la convivencia.

• Influir en el propio profesorado al recibir la formación, mejorando su autoestima y dotándolos de los medios necesarios para regular su salud emocional.

Podemos decir también que este objetivo se ha conseguido satisfactoriamente, ya que la propia formación nos ha dotado de habilidades no solo para implementarla en las aulas, sino para mejorar nuestra propia salud emocional, autoestima y confianza. Además, cualquier formación que se base en la posible aplicación de intervenciones innovadoras en el aula repercuten en el profesorado participante motivándolo de cara a su labor diaria como docente.

Logros más significativos en el centro tras la transferencia de lo aprendido

Sin duda alguna podríamos desarrollar este apartado en dos vertientes:

1. Logros con respecto al alumnado y desarrollo del proceso educativo.

En el primer aspecto, como ya hemos detallado antes, se ha logrado un nivel mayor de control del aula, manejo de situaciones disruptivas y mejora de la atención del alumnado. Las herramientas dotadas por el formador externo han servido para potenciar la relajación del alumnado en momentos necesarios, la resolución de conflictos de manera más constructiva y la mejora de la atención del alumnado y el control y gestión de las emociones, lo que repercute en la mejora del proceso educativo. Siempre puntualizando que se han contemplado estos logros en el alumnado en el que se ha podido implementar la formación. 

2. Logros con respecto a las relaciones entre el profesorado y el propio desarrollo del mismo.

En cuanto al segundo ámbito, el profesorado ha desarrollado una serie de habilidades que le han servido para mejorar tanto en su ámbito laboral como en otros de la vida cotidiana. La relajación, la atención plena, la conciencia del aquí y ahora, no solo nos ha servido como vía de mejora en nuestro trabajo como docentes, sino en una mejora personal significativa en la mayoría de los casos, lo que repercute sin ningún tipo de duda también en el talante con el que afrontar nuestro trabajo diario.

Productos, evidencias de aprendizaje, que se han generado.

Hemos generado una batería de estrategias, actividades y dinámicas. Las memorias de las sesiones nos dan un material de recursos para introducir en las aulas muy valioso.

Además, cada docente, en la medida de los posible ha elaborado materiales válidos para llevar a cabo algunas dinámicas Minfdulness.

También hemos recibido material audiovisual para poder llevar a cabo muchas actividades aprendidas.

Dificultades encontradas.

1. Con respecto a la formación.

Sin la menor duda, en cuanto a la formación externa, debemos dejar constancia de las dificultades de acoplamiento de horarios entre formador y grupo. Estas se han solventado con eficacia, pero en algunos momentos han sido causa de falta de regularidad y dinamismo en la propia formación y por ende de motivación en el grupo.

El descenso de participantes en el grupo ha sido propiciado quizás por lo expuesto anteriormente y la dilatación en el tiempo de las sesiones, así como la dificultad de compatibilizar la formación con nuestras tareas propias como docentes. No obstante, debemos decir también, que la formación a un numero de participantes más bajo, como ha sido el caso durante la mitad del curso, ha sido más beneficioso. El aprovechamiento de la formación en grupos reducidos nos ha resultado positivo tanto a los participantes como a la formadora.

2. Con respecto a la puesta en práctica.

No es nada nuevo comentar que el principal problema para llevar a la práctica todos los conocimientos adquiridos en la formación, es y será el tiempo del que disponemos en nuestra práctica diaria. Aun así, podemos decir que se a implementado de manera significativa tanto en la rutina diaria de las aulas que lo han practicado como en casos esporádicos y más discontinuos.