El curso me ha resultado de gran ayuda a la hora de introducirme en este nuevo campo de las emociones. Las experiencias compartidas con los demas profesores han resultado muy interesantes, han ampliado las posibilidades de relaciones entre compañeros y han habilitado nuevas vías para conseguir que la experiencia del aprendizaje llegue al alumnado.

El curso de Inteligencia emocional me ha parecido tanto a nivel personal como profesional interesante y gratificante. He puesto en práctica en clase muchos de los conocimientos aprendidos durante el curso lo que me ha ayudado a conocer y comprender mejor a mis alumnos -as, a ellos les ha gustado que es también muy importante. Sin duda volvería a repetir la experiencia.

Las actividades trabajadas en el grupo de trabajo complementadas con el curso al que he asistido este curso de Antnio Ortega me han proporcionado heramientas basicas para iniciar a mi alumnado en este trabaj además de mejorar mi autoconocimiento y comprobar que hay muchas cosas que debo cambiar en mi y en mi vida.
El llevar al aula la inteligencia emocional nos permite mejora la capacidad de reconocer nuestros popios sentimientos y los ajenos y actuar conforme a ellos. Adquirimos habilidades como : control de impusos, motivación, perseverancia, empatía... necesarios para el éxito, adaptación social y bienestar psicológico general. Tan necesario para el alumnado en general y par mi alumnado en particular.
Es de necesidad primaria para mi alumando ya que los hace sentir capaces, positivos y seguros de sí mismos. Así como les permite aprender a expresarse, aceptar crítcas/rechazos y regular su emociones

La tarea desarrollada en este grupo de trabajo ha resultado tanto para mí como para mi alumnado muy enriquecedoras. Gracias a la puesta en práctica de varias de las dinámicas propuestas en el curso de inteligencia emocional hemos aprendido a gestionar muchas de nuestras emociones. He observado como el alumnado con el que he desarrollado las dinámicas acepta mejor las críticas, y la mayor parte de ellos muestra empatía y más seguridad en sí mismos. En mi caso se trata de alumnos de ciclo formativo y el grupo en concreto posee cierto grado de madurez. La valoración por su parte, tanto del trabajo desarrollado como de los logros alcanzados, ha sido muy positiva.
Por otro lado, las sesiones desarrolladas con los compañeros han sido muy enriquecedoras y gratificantes para mí, ya que he aprendido mucho de ellos en cuanto a la gestión de emociones se refiere, además de permitirme poder conocerles mejor y ampliar relaciones entre nosotros.
Me gustaría poder seguir aprendiendo y trabajando este aspecto tan importante y necesario de la inteligencia emocional.

La asistencia a estas sesiones,junto con la realización del curso impartido en estas ultimas semanas, me ha servido para conocerme a a mi mismo, darme cuenta de las cosas que debo cambiar, cómo enfrentarme ante ciertas situaciones y me ha proporcionado herramientas para trabajar con mis alumnos y alumnas, que han respondido de manera muy positiva a la realización de varias dinámicas que se han puesto en marcha. Totalmente recomendable.

Durante el pasado curso 2017-2018, en el anterior instituto en el que me encontraba, se habló en el último claustro del año de la posibilidad de realizar este curso de inteligencia emocional para todos los profesores, resultando esta una propuesta muy bien aceptada por todos. Dado que era mi último día en este instituto, quedó en mi debe como uno de los cursos a realizar en el próximo curso escolar 2018-19. Cuando Elena presentó la disponibilidad para impartir el curso, acepté rápidamente, con mayor interés si cabe, dado que sería realizado por una compañera muy cercana, y capaz, con conocimiento real de los problemas del instituto en el que ambos trabajamos.
En cuanto al curso, considero que ha cubierto todas mis expectativas iniciales. He aprendido a ver con otros ojos, las posibles dificultades de los alumnos, acercándome a sus dificultades emocionales, que con gran frecuencia son más importantes, que las dificultades intelectuales del estudio de las diferentes materias.
Las diferentes dinámicas, nos han permitido ponernos en la posición de los alumnos, cuestionarnos nuestros principios para con los alumnos y aprender en primera persona. Nos ha abierto a nuevos métodos para apoyar a los alumnos, ayudarles desde otra perspectiva, intentando retroceder a nuestra niñez, y dejar de mirar a los niños únicamente desde la posición superior del profesor.
La interacción entre todos los profesores del curso ha sido excelente, en gran medida por ser compañeros del mismo instituto, lo que ha facilitado un clima de gran cercanía y colaboración en todas las dinámicas practicadas. En algunos casos, se han propuesto modificaciones a las dinámicas, adaptándolas a las dificultades que son propias del instituto en el que desempeñamos nuestro trabajo.
Con todo esto, también me gustaría indicar, que estas dinámicas las considero muy adecuadas para niveles de 1ESO y 2ESO, donde la protección emocional de los menores podría ser predominante sobre otras cuestiones académicas. Sin embargo para niveles superiores, creo que sería interesante otras dinámicas, enfocadas en alguna de sus medidas, al desarrollo como personas adultas, así como aquellas dinámicas dirigidas a despertar curiosidad por su futura incorporación al mundo laboral, sobre todo, de aquellos que piensan no continuar con los estudios. Considero que un poco de ¿realidad¿, en su dosis adecuada, podría mejorar la aptitud de los alumnos que no ven en la formación, una necesidad imprescindible para su posterior desarrollo como personas autosuficientes, una vez abandonen su etapa escolar.
Como conclusión, considero que es un curso muy adecuado para todos los profesores, sobre todo, para aquellos que aún no han oído hablar, o no han tenido contacto, con esta nueva manera de afrontar la relación con los alumnos.

He disfrutado muchísimo con este curso. Aparte de habérmelo pasado muy bien, he aprendido mucho, con muchas posibilidades de aplicar numerosas experiencias el curso que viene, en mi tutoría. Esperamos que el año que viene, podamos continuar avanzando en este campo y realizar algún otro curso de Alberto Ortega. Creo que el tema de inteligencia emocional debería estar incluido en las programaciones de tutoría, tanto en la ESO como en el Bachillerato. Facilitaría mucho la labor docente y mejoraría la convivencia del alumnado. Completamente recomendable para cualquier docente.

Este grupo de trabajo me ha resultado muy interesante y con muchos conceptos básicos para fundamentar nuestra labor docente. A partir de ahora es necesario seguir hacia adelante para ir implantando también en nuestro alumnado este modo de manejar las emociones.

Me ha parecido un grupo de trabajo muy interesante, motivador y constructivo. He aprendido y me he divertido a la vez y eso ha sido gracias a la profesora Elena Hernández que ha sabido sorprendernos en cada sesión. La educación emocional es sin duda la competencia clave olvidada y necesaria para el proceso de enseñanza- aprendizaje. Lo que hace una clase brillante no son calificaciones estupendas sino una actitud brillante, y la actitud abarca más allá del comportamiento. La motivación es una fortaleza que se tiene que trabajar de forma individual y colectiva. Pienso que el trabajo diario, el esfuerzo y la constancia se pueden incrementar en nuestro alumnado si generamos en ellos ¿emoción¿ y les enseñamos también a identificar y a manifestar sus propias emociones de un modo cívico, empático y útil en la vida académica, profesional y privada. Porque somos personas y sujetos educables (en su defecto, reeducables) creo que hoy más que nunca tenemos que potenciar la inteligencia emocional para afrontar los conflictos.