El aspecto más destacable de la realización de estas actividades teatrales viene detrminado en el IES Fernando III por la formalización de su organización dentro de la estructura didácrica establecida en el Plan de Centro. NO cabe la menor duda de que ha sido un acierto transmutar las denominadas horas de libre configuración en talleres concretos, y estables -ya que duran todo el curso, a los que el alumnado se apunrta de manera oluntaria en el momento de formalizar la matrícula de su curso. Así hemos consegudio un alumnado con un el mínimo de interés imprescindible para llevar a cabo la pùesta en escena del texto que se determine.

Desde el principio hemos pretendido los docentes implicados en este proyecto, Nieves Povedano y Jesús Barbero, que el alumnado esté en el punto central de la actividad, de manera que forme parte de la toma de decisiones fundamentales que están en el origen del montaje escénico, esto es: el alumnado, tras la lectura de diversos textos, selecionó por uninimidad la función escrita por Woody Allen "Dios" (función que, por cierto, hace 20 años fue representada por el grupo "GTI 23·AB" de este centro, y con la que obtuvo el Premio a la Mejor Dirección Escénica, al Mejor Montaje, y al mejor Actor Protagonista, en el Festival de Tearto de Fuenteovejuna). El texto, muy divertido y sugerente, y que se fundamenta en el conocimiento de las claves del teatro clásico, permite, en clave de hilarante comedia, reflexionar a su autor, y a representantes y público con él, sobre los límites de realidad y de la ficción en un instrumento de creación como es el teatro. 

Los ensayos transcurren con levedad, sin grandes referencias a lo que esconde el texto, que se deja fluir por entre los complejos diálogos que mantienen los personajes. El mayor porblema de una puesta en escena de este tipo, con alumosn y alumnas que tienen entre 14 y 15 años, es, por supuesto, la edad y el conjunto de experiencias personales que les permiten entrentarse a un texto que, no por divertido, es menos complejo. En todo caso, a estas alturas, nos encontramos como en las pasadas ediciones, es dcir, con el agua al cuello, pues son muchos los aspectos por decidir y resolver, si bien el entusiamos del alumnado continua, por el momento, casi incólume. De todas formas, en la puesta en escena, hemos pretendido involucrar al alumnado, en la medida de sus posibilidades, y a todos aquellos miembros del claustro que hayan querido aportar parte de su sabiduría al montaje. Así pues, trabajamos, nos queda la fase más dura, y aquella que nos obliga a un mayor compromiso, y a conjugar horas de la tarde con horas cedidas por quienes, con generoso espíritu, consientan. Poco queda por decir, supongo que cualquiera de las personas implicadas sabe cuáles son las dificultades, y cómo crece la función que desaparecerá el día de su estreno.