El curso me ha parecido muy provechoso y ameno. Rocío nos ha enseñado usando unos materiales atractivos, el hecho de traerlos físicamente muchos de ellos o de poder verlos a través de vídeos o páginas web también ha sido algo muy positivo. En cuanto a las actividades que nos ha propuesto, en mi opinión, han sido uno de los aspectos a destacar porque gracias a ellas hemos participado muy activamente durante todas las sesiones. Todos los participantes hemos tenido que colaborar en todos los ejercicios de manera individual o a veces en parejas, lo que ha hecho que las sesiones hayan sido dinámicas y emocionantes desde el principio. Hemos aprendido de Rocío, pero también hemos aprendido los unos de los otros, demostrando que hay muy diversas formas de ver una misma realidad y ninguna mejor que otra. Otro aspecto destacado ha sido la variedad de las actividades, cortas, precisas, motivadoras y siempre pensadas para la participación y para desencadenar comentarios.
A mí se me han hecho cortas las sesiones y se me ha hecho corto el curso y creo que a mis compañeros también.
De todo lo que he aprendido del curso me quedo con dos o tres ideas para mí fundamentales: la primera, que es necesario que fomentemos la creatividad de nuestros alumnos y alumnas, algo absolutamente urgente en una sociedad homogeneizada y hambrienta de visiones personales, debemos dejar que den rienda suelta a su imaginación también cuando escriben . La segunda idea es que hay que escucharlos cuando nos cuentan sus historias, todas son válidas y todas aportan algo. Hacerles hablar es fundamental para que puedan crear y escribir historias. La tercera idea es que escribir no tiene por qué ser algo muy serio, me parece genial la idea de que escribir es un juego y como tal debe tomarse.
Para terminar me gustaría destacar la comparación del acto de escribir con el de cocinar, me parece muy acertado. Sólo me queda agradecer a Rocío por sus enseñanzas y su amabilidad. Gracias de todo nuestro claustro.