El grupo es bastante numéroso y la totalidad de integrantes no tiene formación en inteligencia emocional.
Tienen en común que la mayoría de personas que lo integran han realizado actividades puntuales.
Consideran que implantar un programa de inteligencia emocional es muy importante para saber reconocer sus propias emociones y las de los demás.
Se realiza la propuesta de un curso con Alma Serra, al cual está acudiendo la coordinadora y están llevándolo al resto del grupo.
La implicación y participación en el curso está siendo muy buena.
Por otro lado, otro de los objetivos de este grupo es constituir un aula de convivencia en su centro. Para ello, también habrá que decidir su ubicación, la temporalización que tendrá, etc.
Como principales dificultades señalan la coordinación y el poder reunirse dentro de la gran carga de trabajo a la que estamos sujetos.