Quiero compartir alguna reflexión a propósito de las dificultades que tiene el alumnado de 1º de bachillerato con la lectura del libro "Ética para Amador" de Fernando Savater. Primero decir que no es un manual de ética, no hay autores ni corrientes o escuelas filosóficas, etc. Es un libro que parece una larga charla de un padre, F. Savater a un hijo, su hijo Amador, (el título recuerda al clásico de Aristóteles "Ética a Nicómaco") y ha sido pensado para que lo lea un público adolescente. También hay que reconocer que esta lectura se ve favorecida por el hecho de que tenemos bastantes ejemplares en la biblioteca.
Este libro breve, poco más de cien páginas, está estructurado en nueve capítulos y trabajamos tres cada trimestre, acabando cuando en los contenidos del curso tratamos "la racionalidad práctiva", bloque de contenidos en el que se enmarcaría esta lectura.
Es curioso como sufre nuestro alumnado con su lectura y no es por el vocabulario o por ninguna otra dificultad de tipo semántico que la pueden suplir con diccionario. Bueno, el tema del uso, escaso uso, del diccionario merece un capítulo aparte. Su mayor dificultad es que se pierden en la argumentación. Obviamente no es una argumentación de 140 caracteres, ni de una página solo, y eso les mata. La comprensión de la argumentación y de los matices se les escapa. Y, después, cuando tienen que expresarse, oralmente o por escrito, el sufrimiento aumenta. Y dicen aquello de que "lo saben, pero no saben explicarlo". Lo que no se sabe explicar, ¿se sabe o, siquiera, se entiende?