Grado de consecución de los objetivos

·Mejorar nuestras prácticas educativas en relación con la convivencia.

A lo largo del curso la comunidad educativa se ha implicado en el proyecto. El profesorado del grupo de trabajo ha preparado las tutorías de 1º, de 2º y de 3º de la ESO, las jornadas de formación y las reuniones con el alumnado ayudante, su implicación ha sido importante para el buen desarrollo del proyecto. La mejora en clase de las prácticas educativas se han visto otra vez a través de la mejor información acerca de casos de problemas de convivencia en el centro que salieron en la formación y las reuniones y que se resolvieron en parte por actuación del alumnado ayudante y por parte del profesorado y/o de la jefatura de estudio. El hecho de que se haya podido actuar desde dentro del aula con el apoyo del alumnado ayudante ha permitido detectar situaciones complejas que no salían a la luz antes, obtener más información acerca de la convivencia en ciertos aulas y permitir la resolución de parte de los conflictos sin la intervención directa de parte del profesorado del centro. El alumnado participando al grupo de trabajo ha de esta manera adquirido destrezas sociales, aumentado su entendimiento de la empatía y a necesidad de conservar y promover una actitud ciudadana responsable, tolerante y solidaria en el instituto y su vida cotidiana.

·Extender a otra parte del profesorado los conocimientos que ya posee, en esta materia, una parte del mismo.

El equipo de trabajo este año se ha renovado a mitad por un profesorado que, aunque previamente interesado por el tema de la convivencia en el aula y la resolución de conflictos, no habían participado en un programa de alumnado ayudante. Una primera actuación del grupo de trabajo ha sido trabajar para aumentar el conocimiento de sus participantes y permitir que se difunda este conocimiento en el centro educativo. Las tutorías en clase de 1º, de 2º y de 3º de la ESO y sus reuniones previas con los orientadores y tutores de las respectivas clases han permitido transmitir al profesorado del centro y al alumnado de 1º, de 2º y de 3º de la ESO la información sobre el alumnado ayudante, sus funciones, derechos y deberes, el impacto que puede tener en la mejoría de la convivencia en el aula, en el centro educativo y en definitivo en sus propios estudios y su transcendencia a nivel de mejoría de la convivencia a largo plazo.

·Proporcionar al alumnado entre sus iguales referentes que les permitan una resolución más eficaz y rápida de los conflictos que surgen en la natural convivencia de todos los colectivos.

El alumnado ayudante ha participado de manera activa en las jornadas de formación, en las reuniones de seguimiento y en las actuaciones en el aula para la resolución de conflicto y la acogida del alumnado en situación de exclusión.

·Mejorar la convivencia del centro, concienciando a toda la comunidad educativa de que es responsabilidad de todos la resolución pacífica de conflictos.

El impacto sobre la comunidad educativa en su conjunto es el más difícil de evaluar puesto que el centro cuenta con más de 1300 alumn@s y más de 90 profesor@s sin contar con las familias. A pesar de eso la convivencia en el centro ha mejorado y se ha concienciado la imprescindible de mantener una actitud pacífica y ciudadana en la resolución de conflictos.

·Disminuir la conflictividad y con ello la aplicación de medidas sancionadoras.

En ciertos aulas más conflictivos dónde l@s alumn@s ayudante han sido más solicitad@s y  a la vez más activ@s se ha visto una bajada de la conflictividad, puesto que algunos comportamientos hacia la exclusión de miembros de las clases o injurias o de comportamientos violentos han disminuido. La aplicación de medidas sancionadoras ha por lo tanto disminuido aunque han sido necesarias en los casos que se han tenido que derivar a jefatura por la gravedad de los hechos, la repetición de las conductas o la negación o omisión de ciert@ alumn@s de hablar con su alumnado ayudante.

·Favorecer la participación directa del alumnado en la resolución de conflictos.

El alumnado ayudante y su actuación en el aula han permitido la participación directa del alumnado en la resolución de conflictos. También su actuación ha permitido a otr@s alumn@s de concienciarse sobre la necesidad de ayudar a l@s demás. El grado de interés por participar al programa durante las sesiones de tutoría ha sido muy importante. El alumnado quería hacer parte del grupo de trabajo lo que demostraba no solamente la pertinencia de la existencia del alumnado ayudante pero también su necesidad. Promover la empatía, las actitudes cívicas y ciudadanas son una parte imprescindible de la educación que se debe de transmitir al alumnado de un centro educativo. 

·Llevar al aula estrategias concretas relacionadas con la inteligencia emocional, asertividad.

Las distintas actuaciones del grupo de trabajo entre profesor@s y con el alumnado han permitido aumentar el conocimiento y la aplicación de estrategias concretas relacionadas con la inteligencia emocional para poder aumentar el grado de empatía, saber utilizar técnicas de escucha activa verbal y no verbal, saber proponer actuaciones adecuadas en la resolución de conflictos y la inclusión del alumnado y de la misma manera hacer el seguimiento de las mismas en el tiempo para ver su evolución y proponer actuaciones nuevas en el caso de que se precise.

ØReuniones periódicas del grupo de trabajo.

ØTutorías para dar a conocer las funciones y deberes del alumnado ayudante y la elección del mismo.

ØReuniones con los orientadores y tutores de los grupos implicados

ØJornadas de formación del alumnado ayudante en el centro

ØReuniones cada dos semanas con el alumnado ayudante

ØParticipación a un encuentro en el CEP de Córdoba del alumnado ayudante

ØParticipación a la red de microencuentos a nivel zonal

·Visibilizar las situaciones de apoyo y ayuda que de forma natural se dan en los grupos sociales.

Las jornadas de formación han permitido informar y poner en práctica técnicas de para mejorar la detección de situaciones que requieren apoyo y ayuda. De esta manera el profesorado del grupo de trabajo y el alumnado ayudante ha adquirido o ha  mejorado su conocimiento de estas técnicas y las han aplicado a lo largo del año.

·Trabajar la educación en valores y para la paz desde la prevención.

La labor del alumnado ayudante y del grupo de profesor@s participando no se ha limitado en actuar sobre las situaciones detectadas sino que por la información, la creación de un cartel con un lema y una exposición de fotos, las sesiones de tutoría con el alumnado se ha trabajado en la transmisión de valores cívicos y ciudadanos, de empatía y de respeto, de educación para la paz haciendo primero esta labor de prevención.

Nivel de interacción entre los participantes

Durante los meses previos a las jornadas de formación del alumnado ayudante ha habido reuniones periódicas cada dos semanas aproximadamente los viernes por parte del profesorado participando al grupo de trabajo.

Las reuniones con los tutores para preparar las sesiones de tutoría se llevaron a cabo por parte del coordinador, de la orientadora del centro miembro del grupo de trabajo y de otro profesor miembro del grupo de trabajo.

A las sesiones de tutoría previa a la elección del alumnado ayudante participaron todos los miembros del grupo de trabajo. Se repartieron las tutorías entre los miembros del grupo de trabajo para que pudiera realizarlas, l@s tutor@s de las clases apoyando durante la sesión.

La creación de múltiples documentos para la organización del grupo de trabajo a través de la aplicación Drive ha permitido una mejor eficacia de la comunicación, y a su vez la correspondencia vía correo electrónico y las reuniones periódicas formales y los encuentros para poder hacer el seguimiento de las actuaciones.

La interacción con y entre l@s participantes (alumnado y profesorado) ha sido fluida y ha permitido el buen funcionamiento del grupo de trabajo, de sus actuaciones, de las necesidades de ajustes en las mismas y en los plazos.

Grado de aplicación en su contexto educativo

Cada centro educativo necesita una diversidad de actuaciones acerca de la convivencia para promover un ambiente de paz y de estudio y también permitir el desarrollo de su alumnado hacia la ciudadanía cívica, solidaria,  responsable y comprometida.

En nuestro centro en particular, el gran número de alumn@s (aproximadamente 800 en la ESO, unos 200 en Bachillerato y otros 300 entre la FP Básica y los ciclos formativos sin contar con el alumnado de la ESPA del BTOPA y la convivencia con la Escuela Oficial de Idiomas) hace imprescindible tener una variedad de propuestas proactivas acerca de la convivencia.

El programa de alumnado ayudante es uno de ellos y se hace muy necesario en lo que permite obtener información, actuaciones de prevención o de resolución de conflictos por parte del alumnado. También refuerza la idea que el profesorado no es en el centro un elemento sancionador sino un apoyo, una ayuda en la resolución de conflictos. El alumnado del grupo de trabajo ha acudido numerosas veces durante las reuniones periódicas y en otras ocasiones durante los recreos o brevemente en los cambios de clase al profesorado del grupo para comentar sobre las actuaciones que están llevando a cabo y la pertinencia de las mismas en cuanto a sus respuestas y las necesidades de las personas implicadas.

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Grado de consecución de los objetivos

·Mejorar nuestras prácticas educativas en relación con la convivencia.

Durante el curso se ha visto distintos grados de implicación de los miembros de la comunidad educativa. De parte del profesorado del grupo de trabajo la implicación en el trabajo preparativo, las tutorías en clases de 1º y de 2º de la ESO, las jornadas de formación y las reuniones con el alumnado ayudante cada dos semanas ha sido muy importante. La mejora en clase de las prácticas educativas se han visto a través de la mejor información acerca de casos de problemas de convivencia en el centro que salieron en las reuniones y que se resolvieron en parte por actuación del alumnado ayudante y por parte del profesorado y/o de la jefatura de estudio. El hecho de que se haya podido actuar desde dentro del aula con el apoyo del alumnado ayudante ha permitido detectar situaciones complejas que no salían a la luz ante, obtener más información acerca de la convivencia en ciertos aulas y permitir la resolución de parte de los conflictos sin la intervención directa de parte del profesorado del centro. El alumnado participando al grupo de trabajo ha de esta manera adquirido destrezas sociales, aumentado su entendimiento de la empatía y a necesidad de conservar y promover una actitud ciudadana responsable, tolerante y solidaria en el instituto y su vida cotidiana.

·Extender a otra parte del profesorado los conocimientos que ya posee, en esta materia, una parte del mismo.

El equipo de trabajo ha integrado un profesorado que, aunque previamente interesado por el tema de la convivencia en el aula y la resolución de conflictos, en su mayoría no habían participado en un programa de alumnado ayudante. Una primera actuación del grupo de trabajo ha sido trabajar para aumentar el conocimiento de sus participantes y permitir que se difunda este conocimiento en el centro educativo. Las tutorías en clase de 1º y de 2º de la ESO y sus reuniones previas con los orientadores y tutores de las respectivas clases han permitido transmitir al profesorado del centro y al alumnado de 1º Y DE 2º de la ESO la información sobre el alumnado ayudante, sus funciones, derechos y deberes, el impacto que puede tener en la mejoría de la convivencia en el aula, en el centro educativo y en definitivo en sus propios estudios y su transcendencia a nivel de mejoría de la convivencia a largo plazo.

·Proporcionar al alumnado entre sus iguales referentes que les permitan una resolución más eficaz y rápida de los conflictos que surgen en la natural convivencia de todos los colectivos.

El alumnado ayudante ha en su gran mayoría participado de manera activa tanto en las jornadas de formación, en las reuniones de seguimiento que se celebran cada dos semanas y en las actuaciones en el aula para la resolución de conflicto, la acogida del alumnado en situación de exclusión¿ El grupo de alumnado ayudante ha permitido hacer resaltar con más celeridad y más claridad ciertos casos desconocidos hasta la fecha o dar más información acerca de casos que ya se estaban tratando. Pero la actuación del alumnado ayudante no se ha limitado en la labor de informar sino que han trabajado con el alumnado en la resolución de conflictos, hablando con las personas implicadas para permitir una resolución de conflictos a través de la empatía, el entendimiento mutuo y acuerdos entre las diferentes partes en los casos que lo precisaban.

·Mejorar la convivencia del centro, concienciando a toda la comunidad educativa de que es responsabilidad de todos la resolución pacífica de conflictos.

El impacto sobre la comunidad educativa en su conjunto es el más difícil de evaluar puesto que el centro cuenta con más de 1300 alumn@s y más de 90 profesor@s sin contar con las familias. A pesar de eso la convivencia en el centro ha mejorado y se ha concienciado la imprescindible de mantener una actitud pacífica y ciudadana en la resolución de conflictos.

·Disminuir la conflictividad y con ello la aplicación de medidas sancionadoras.

En ciertos aulas más conflictivos dónde l@s alumn@s ayudante han sido más solicitad@s y  a la vez más activ@s se ha visto una bajada de la conflictividad, puesto que algunos comportamientos hacia la exclusión de miembros de las clases o injurias o de comportamientos violentos han disminuido. La aplicación de medidas sancionadoras ha por lo tanto disminuido aunque han sido necesarias en los casos que se han tenido que derivar a jefatura por la gravedad de los hechos, la repetición de las conductas o la negación o omisión de ciert@ alumn@s de hablar con su alumnado ayudante.

·Favorecer la participación directa del alumnado en la resolución de conflictos.

El alumnado ayudante y su actuación en el aula han permitido la participación directa del alumnado en la resolución de conflictos. También su actuación ha permitido a otr@s alumn@s de concienciarse sobre la necesidad de ayudar a l@s demás. El grado de interés por participar al programa durante las sesiones de tutoría ha sido muy importante. El alumnado quería hacer parte del grupo de trabajo lo que demostraba no solamente la pertinencia de la existencia del alumnado ayudante pero también su necesidad. Promover la empatía, las actitudes cívicas y ciudadanas son una parte imprescindible de la educación que se debe de transmitir al alumnado de un centro educativo.  

·Llevar al aula estrategias concretas relacionadas con la inteligencia emocional, asertividad.

Las distintas actuaciones del grupo de trabajo entre profesor@s y con el alumnado han permitido aumentar el conocimiento y la aplicación de estrategias concretas relacionadas con la inteligencia emocional para poder aumentar el grado de empatía, saber utilizar técnicas de escucha activa verbal y no verbal, saber proponer actuaciones adecuadas en la resolución de conflictos y la inclusión del alumnado y de la misma manera hacer el seguimiento de las mismas en el tiempo para ver su evolución y proponer actuaciones nuevas en el caso de que se precise.

ØReuniones periódicas del grupo de trabajo.

ØTutorías para dar a conocer las funciones y deberes del alumnado ayudante y la elección del mismo.

ØReuniones con los orientadores y tutores de los grupos implicados

ØJornadas de formación del alumnado ayudante en el centro

ØReuniones cada dos semanas con el alumnado ayudante

ØParticipación a un encuentro en el CEP de Córdoba del alumnado ayudante

ØParticipación a la red de microencuentos a nivel zonal

ØElaboración de un concurso de vídeos sobre ¿Las emociones y el uso de los medios de comunicación¿

ØParticipación en el encuentro de la red de microencuentros en Posadas

·Visibilizar las situaciones de apoyo y ayuda que de forma natural se dan en los grupos sociales.

Las jornadas de formación han permitido informar y poner en práctica técnicas de para mejorar la detección de situaciones que requieren apoyo y ayuda. De esta manera el profesorado del grupo de trabajo y el alumnado ayudante ha adquirido o ha  mejorado su conocimiento de estas técnicas y las han aplicado a lo largo del año.

·Trabajar la educación en valores y para la paz desde la prevención.

La labor del alumnado ayudante y del grupo de profesor@s participando no se ha limitado en actuar sobre las situaciones detectadas sino que por la información, la creación de un cartel con un lema y una exposición de fotos, las sesiones de tutoría con el alumnado se ha trabajado en la transmisión de valores cívicos y ciudadanos, de empatía y de respeto, de educación para la paz haciendo primero esta labor de prevención.

Nivel de interacción entre los participantes

Durante los meses previos a las jornadas de formación del alumnado ayudante ha habido reuniones periódicas cada dos semanas aproximadamente los viernes por parte del profesorado participando al grupo de trabajo.

Las reuniones con los tutores para preparar las sesiones de tutoría se llevaron a cabo por parte del coordinador y de la orientadora del centro miembro del grupo de trabajo.

A las sesiones de tutoría previa a la elección del alumnado ayudante participaron todos los miembros del grupo de trabajo. Se repartieron las 14 tutorías entre los miembros del grupo de trabajo para que pudiera realizarlas, l@s tutor@s de las clases apoyando durante la sesión.

La creación de múltiples documentos para la organización del grupo de trabajo a través de la aplicación Drive (muchos de ellos se han subido posteriormente a las carpetas de colabora) ha permitido una mejor eficacia de la comunicación, y a su vez la correspondencia vía correo electrónico y las reuniones periódicas formales y los encuentros para poder hacer el seguimiento de las actuaciones.

La interacción con y entre l@s participantes (alumnado y profesorado) ha sido fluida y ha permitido el buen funcionamiento del grupo de trabajo, de sus actuaciones, de las necesidades de ajustes en las mismas y en los plazos.

Grado de aplicación en su contexto educativo

Cada centro educativo necesita una diversidad de actuaciones acerca de la convivencia para promover un ambiente de paz y de estudio y también permitir el desarrollo de su alumnado hacia la ciudadanía cívica, solidaria,  responsable y comprometida.

En nuestro centro en particular, el gran número de alumn@s (aproximadamente 800 en la ESO, unos 200 en Bachillerato y otros 300 entre la FP Básica y los ciclos formativos sin contar con el alumnado de la ESPA del BTOPA y la convivencia con la Escuela Oficial de Idiomas) hace imprescindible tener una variedad de propuestas proactivas acerca de la convivencia.

El programa de alumnado ayudante es uno de ellos y se hace muy necesario en lo que permite obtener información, actuaciones de prevención o de resolución de conflictos por parte del alumnado. También refuerza la idea que el profesorado no es en el centro un elemento sancionador sino un apoyo, una ayuda en la resolución de conflictos. El alumnado del grupo de trabajo ha acudido numerosas veces durante las reuniones periódicas y en otras ocasiones durante los recreos o brevemente en los cambios de clase al profesorado del grupo para comentar sobre las actuaciones que están llevando a cabo y la pertinencia de las mismas en cuanto a sus respuestas y las necesidades de las personas implicadas.

Recursos, bibliografía y materiales utilizados

Para llevar a cabo la formación del alumnado ayudante se ha utilizado principalmente la bibliografía presente en la documentación subida por el grupo en colabora.

Se ha leído y analizado los puntos que proporcionan las memorias sobre otros grupos que llevaron programas de alumnado ayudante o mediadores.

También se elaboró un cuaderno del alumnado ayudante incluyendo las funciones, los derechos y deberes de l@s mism@s. El cuaderno incluye lo referente a la formación en educación emocional, empatía y escucha verbal y no verbal. En este, que acompaña al alumnado ayudante durante las reuniones periódicas con el profesorado, el alumnado ayudante escribe las actuaciones que ha llevado a cabo durante las semanas que separan cada reunión. De esta manera se hace un seguimiento de las actuaciones y se permite recordar lo que se ha hecho, ver los logros o las necesidades de cambio de actuación.

Se utilizó medios audiovisuales durante las sesiones de tutoría previas a la elección del alumnado ayudante para motivar y animar un debate acerca de la empatía. Se utilizarón actividades distintas y adaptadas a cada  nivel educativo.

Se utilizó presentaciones para llevar a cabo un taller de las jornadas de formación del alumnado ayudante.

Se creó por parte del alumnado ayudante un cartel con el lema del grupo (elegido y elaborado por el grupo).

Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

En todas los grupos participando al programa se han detectado algunos conflictos y problemas de convivencia. En la mayoría de los casos se ha podido reducir el grado de conflictividad de las aulas gracias a la intervención del alumnado ayudante.

Ciertas situaciones no necesitaron actuaciones por parte del profesorado o de jefatura sino que el alumnado ayudante a llegado, hablando con las personas implicadas y/o afectadas por las situaciones a resolver los conflictos o las situaciones de exclusión.

Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido

Los cuadernos del alumnado ayudante atestan de su actuación en la labor de convivencia y su ayuda solidaria para la resolución de conflictos.

El cambio hacia la madurez de ciert@s alumn@s y la bajada de su propia conflictividad es muestra de la pertinencia de la utilidad del programa.

La creación durante las jornadas de formación del lema de manera consensuada y la elaboración del cartel representando este lema junto a los valores y las unciones del alumnado ayudante y su posterior difusión en el centro es otra muestra de los productos creados por el grupo de trabajo.

Las actuaciones y la reducción de la conflictividad en el aula es otra muestra incontestable de la evidencia de la eficacia y la pertinencia del programa.

Destacar aspectos que hayan resultado interesantes

La participación del grupo de trabajo en las diversas actuaciones ha sido importante para llevar a cabo las distintas actuaciones. Quiero relevar la implicación y dedicación de muchos de los participantes que ha resultado ser uno de los puntos clave para la eficacia del programa, debido a las características del centro (numeroso alumnado y profesorado, gran número de propuestas de actividades extraescolares y sus implicaciones de gestión a nivel de calendario), obligaciones de cada uno respecto a su labor profesional y de estudio.

El grado de satisfacción del alumnado ayudante respecto a las jornadas de formación que se llevaron a cabo.

La participación en la red de microencuentros que ha permitido abrir la actuación fuera del centro y al alumnado ayudante entender la importancia de su labor, conocer otras personas y experiencias de alumnad@s ayudante o mediador@s y de la misma manera que las situaciones vividas en su entorno no son hechos aislados sido que muchas veces se repiten sus pautas y que se puede actuar sobre ellas.

Destacar aspectos susceptibles de mejora

Las jornadas de formación que se llevaron a cabo tenían muchos aspectos dirigidos hacia la experimentación, la vivencia de situaciones para entender los rasgos fundamentales de las funciones y las actuaciones del alumnado ayudante. Se había preparado talleres dónde el alumnado actuaba, participaba, comentaba, debatía acerca de situaciones concretas. Se mejoraron las actividades propuestas el año anterior introduciendo propuestas más lúdicas para aumentar la participación y las interacción en las mismas.

Aún así hay que destacar que algunas actividades se tienen que pensar de nuevo para que se hagan en un tiempo más corto con el fin que la formacion sea más liviana.

Poder empezar el programa desde el mes de septiembre para poder actuar lo antes posible en las aulas, hacer la formación a principio de octubre y permitir una acción temprana del alumnado ayudante con todos los beneficios que aportan al centro educativo.