A través de esta formación de aprendizaje cooperativo he empezado a utilizar este tipo de metodología con mis alumnos y alumnas con resultados satisfactorios en la mayoría de las ocasiones. En el futuro será una metodología que utilizaré con más asiduidad tratando de subsanar las dificultades que me he ido encontrando durante las experiencias de este curso.

Gracias a la formación en centro en aprendizaje cooperativo, se han obtenido buenos resultados en el aprendizaje de Física y Química en 2º ESO, poniendo en marcha y desarrollando un proyecto sobre la tabla periódica, que ha permitido que alumnado haya cambiado totalmente de actitud frente a la asignatura, colaborando de manera activa y participativa, así con mayor motivación, ya que han mejorado sus conocimientos y lo han demostrado tanto en pruebas escritas como en público, en Diverciencia, incluso meses después.
Mi valoración global es muy positiva e intentaré utilizar esta metodología en el aula, siempre que sea posible.

Gracias a este tipo de metodología el proceso de aprendizaje del alumnado se hace más ameno y participativo. En las sesiones de EF, el trabajo cooperativo hace que los objetivos a alcanzar sean más claros y perceptibles para los alumnos. Yo lo he puesto en práctica a través de "retos cooperativos" especialmente con los grupos 1ºA y 2ºA y el resultado ha sido satisfactorio. Pienso que con esta forma de enseñar estamos preparando al alumnado a vivir en comunidad y a trabajar en equipo, que posiblemente será lo que les ocurra en un futuro.
Mi valoración final es positiva e intentaré llevar esta metodología a la mayor parte de alumnos posibles.

En esta etapa final del curso, los alumnos se encuentran totalmente familiarizados con la dinámica y los objetivos del aprendizaje cooperativo. Esto es especialmente notable con el alumnado de primero, el cual, pese a haber tenido mayor dificultad para habituarse a esta forma colaborativa de trabajar en clase, prefiere y trabaja mejor con los proyectos y tareas cooperativas que con trabajo individual.

Ya familiarizado con el proceso de aprendizaje cooperativo, puedo afirmar que ha sido un instrumento muy favorable para el desarrollo de las habilidades sociales en el aula, puesto que el alumnado en 1º ESO viene, en gran medida, de distintos CEIP. Evidentemente, una gran basa de esta metodología se ha fundamentado en el nivel de implicación del alumnado a la hora de proyectar sin grandes problemas sus actividades en grupos con una fluidez y cohesión entre ellos bastante aceptable.

La dificultad más relevante que he encontrado va en relación a la ratio de los grupos. Tanto en la primera como en la segunda evaluación, he podido trabajar con grupos de tres y cuatro sin grandes dificultades; no obstante, en la tercera evaluación me está siendo imposible pasar de la pareja para poder obtener de ellos/-as los mejores resultados.

Sin duda, para próximos cursos programaré las tareas y actividades basándome, siempre que sea posible, en esta metodología cooperativa, puesto que me llevo una experiencia muy positva a rasgos generales y donde he podido obtener del alumnado una mayor motivación, participación y mejores resultados que cuando se ha trabajado individualmente.

Este modo de trabajar ha resultado especialmente interesante en los grupos más disruptivos, siendo notable el cambio en positivo observado en cuanto al trabajo y dinámica de funcionamiento en dichos grupos. Los alumnos además están más motivados y se aprende mejor. Así mismo, personalmente he asimilado una nueva estrategia de trabajo que quiero seguir aplicando y perfeccionando en el futuro como forma de aprendizaje en el aula.

Con esta formación de aprendizaje que he utilizando con mis alumnos y alumnas he obtenido resultados satisfactorios en
algunas ocasiones y bastantes ideas para el curso que viene siendo una metodología que utilizaré, tratando de ir perfeccionando y modificando para subsanar los fallos cometidos

Pese a que la metodología basada en el aprendizaje cooperativo me resulta muy interesante y funcional, creo que es bastante complicado llevarlo a cabo con los grupos que nunca han usado esta metodología y que, además, acabas de conocer. Es un trabajo a largo plazo y que, a mi parecer, para que funcione bien y se saque todo el jugo debe comenzar en primaria. Para el profesorado interino es complicado llevarlo a cabo porque el primer curso es de conocimiento y acople de alumnos y profesor y a partir del segundo es cuando se puede empezar a trabajar de manera eficiente, una vez que se haya conocido al alumnado.
A pesar de ello, se han hecho actividades en clase basándonos en este tipo de aprendizaje, pero no se ha llevado a cabo de manera constante, debido a las diferentes razones que ya se han explicado.
Espero poder ponerlo en práctica en el curso próximo, allá donde me lleve el destino...

A través del curso de aprendizaje cooperativo he empezado a utilizar con más frecuencia esta metodología en mis clases. Los resultados han sido dispares, dependiendo siempre del grupo y de los alumnos y alumnas. Es muy importante conocer a los alumnos y poder trabajar con ellos varios cursos seguidos para que la metodología funciona al completo. En un futuro trataré de subsanar las dificultades que me he encontrado durante este curso.

El sistema de trabajo cooperativo lo pusimos en marcha en el primer trimestre, aunque realmente no se han empezado a ver los resultados hasta el tercero. La implantación ha sido lenta y poco a poco nos hemos ido formando y aplicando lo aprendido. En el segundo trimestre la experiencia mejoró ligeramente pero no ha sido hasta el tercero cuando hemos notado la fluidez. También para el alumnado ha sido un proceso de adaptación progresivo. Ahora los resultados están siendo buenos y pensamos que de cara al siguiente curso seguirán en esa línea.

Dentro de las evidencias de aprendizaje generadas destacamos las del primer curso de la ESO, en el que los alumnos realizaron murales y exposiciones orales sobre los diversos climas del mundo, utilizando la metodología del trabajo cooperativo. También sobresalió la elaboración de un tríptico en el que se ofrece un viaje al antiguo Egipto, señalando la geografía del país, religión, sociedad y también diferentes tarifas para los viajeros. Con estos proyectos se ha trabajado tanto el aprendizaje cooperativo como diversas competencias.

Tras haber puesto en práctica esta metodología en varias ocasiones durante el curso, hemos podido comprobar que a pesar del trabajo previo que conlleva, los aspectos positivos son numerosos y por tanto merece la pena el esfuerzo inicial. Los alumnos han aprendido a trabajar juntos, a ayudarse entre ellos, a comunicarse y a ponerse de acuerdo con respecto a las decisiones de grupo. De este modo, las clases se han hecho mucho más amenas y los resultados han sido mejores de lo que se esperaba. Aunque esto solo ha sido una toma de contacto y aún queda mucho por mejorar, intentaré seguir trabajando con esta metodología.

Poco a poco me he ido familiarizando con el aprendizaje cooperativo y he de decir que he intentado llevarlo a cabo en varias ocasiones aunque con resultados muy variados: los alumnos ven que es un método de trabajo muy enriquecedor pero a la vez algunos siguen confundiendo "trabajo en grupos" con "aprendizaje cooperativo". He tenido resultados mucho mejores al trabajar por parejas, dadas las peculiaridades de mis grupos. De cara al próximo curso, me gustaría profundizar más en algunas prácticas y buscar soluciones para corregir los errores que han impedido que a veces funcionen bien.

Tras las primeras sesiones de aprendizaje cooperativo y teniendo muchas reservas sobre su efectividad, decidí implantarlo de manera paulatina en la totalidad de mis grupos. Para mi sorpresa, los grupos con alumnos disruptivos y/o desinteresados en la materia (o bien en el aprendizaje en general) son los que más beneficio le han sacado, ya que conlleva intrínsecamente un dinamismo que ha conseguido motivarlos. Sin embargo, también he encontrado dificultades a la hora de agruparlos o bien a la hora de asignar roles. Sin duda, esta primera toma de contacto con el aprendizaje cooperativo me ha resultado muy interesante y me comprometo ha seguir experimentándolo en los cursos venideros.

En mi caso, ya son dos cursos trabajando con el aprendizaje cooperativo, por lo tanto estoy familiarizada con esta metodología activa que fomenta la participación del alumnado en el aula y aumenta su motivación. Además gracias a la formación recibida vamos aprendiendo nuevos conocimientos relacionados con el cooperativo y que podemos ir aplicando en el aula. El inconveniente es que no he seguido trabajando con los mismos alumnos del año pasado, por lo tanto en cada grupo clase hemos necesitado un periodo de adaptación para utilizar esta metodología. De todas formas, los resultados han sido satisfactorios en la mayoría de los casos y he visto como crecía la motivación e interés del alumnado más disruptivo. He tenido que modificar algunas agrupaciones ya que surgían problemas entre ellos, pero en general estoy muy contenta con lo que hemos conseguido.

Buenos días:
Gracias a la formación en centro en aprendizaje cooperativo, he podido poner en práctica algunos proyectos basados en este método de trabajo. En el aula, los resultados de dichos proyectos han sido satisfactorios y, a su vez, he podido aprender de mis errores para saber qué debo mejorar y cómo podría hacerlo en futuros cursos.
Los alumnos ya en esta fase final están más familiarizados con esta dinámica y se sienten más cómodos, pues al principio precisaban de más fase de exposición y directrices por mi parte.

Un saludo.

La formación recibidida en aprendizaje colaborativo ha sido de utilidad para dar los primeros pasos en el empleo de esta metodología. La implementación en el aula no ha sido sencilla y el resultado obtenido ha sido diferente en cada grupo, pero la valoración general es positiva. El próximo curso me gustaría trabajar en colaborativo habitualmente y mejorar el proceso para que la metodología resulte más eficaz.

Considero muy positiva la formación en aprendizaje cooperativo, he adquirido técnicas que incrementa la motivación, las interacciones,el alumnado colaborando y aprendiendo unos de otros, equilibrándose el ritmo de trabajo en un ambiente proactivo

Gracias a la formación recibida he podido ir implementando esta metodología en el aula poco a poco. El alumnado agradece esta forma de trabajar, porque les saca de la rutina de las clases magistrales y les otorga mayor protagonismo. El hecho de ser realmente los protagonistas de su aprendizaje y poder gestionar sus dudas en grupo les proporciona mayor confianza en sí mismos y una mayor cercanía con los contenidos. Tras hacer una encuesta anónima al finalizar cada sesión, el apoyo a esta forma de trabajar es casi el del 100%; casi todos coinciden en la preferencia por este método. Aunque al principio encontramos más dificultades, con el devenir del curso todo ha resultando más natural y tanto alumnado como profesorado nos hemos ido adaptando y aprendiendo. Esto no es el final sino el principio, por lo que espero que esta tendencia siga su curso y todos podamos ir evolucionando y perfeccionando hacia una forma de trabajo totalmente cooperativo.