4. Elabora tu proyecto
Elabora un proyecto que potencie la habilidad para transformar las ideas en actos. Un proyecto que plasme vuestra manera de pensar y actuar y que incorpore las tres dimensiones del Emprendimiento (personal, social y productivo).
Cronogramado/a
La plasmación del proyecto ha de servirnos para cronogramar nuestra acción a lo largo del mismo. Cronogramar es un recurso clave que nos ayudará a:
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Sistematizar nuestras actuaciones.
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Encuadrar nuestras actuaciones en unas coordenadas espacio-tiempo.
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Asignar responsables a las distintas actuaciones.
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Establecer indicadores de logro.
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Evaluar el grado de consecución y desarrollo de los indicadores/actuaciones establecidos.
El uso del cronograma resultará de especial relevancia en las subfases de planificación y producción.
Desorientado/a
La manera de afrontar este estado de desorientación a la hora de elaborar el proyecto, es conocer las subfases por las que vamos a ir transitando, para lo cual es necesario que todo el equipo se reúna para definir cada una de ellas. Seguirlas es garantía para encontrar una orientación.
Atendiendo a cada una de ellas, proponemos un recorrido pautado que puede servir como
referente:
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Idea.
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Planifica.
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Produce.
¿Cómo tiene que ser el proyecto?
Es muy sencillo, procura que cumpla estas dos sencillas reglas:
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Que plasme vuestra manera de pensar y actuar (iniciativa) orientada tanto hacia el desarrollo personal (para hacer realidad el propio proyecto de vida de forma activa), como social (para desarrollar iniciativas que contribuyan a la calidad de vida, la solidaridad y el bienestar de la sociedad) y productivo (para la creación de riquezas y prosperidad para sí y para los demás en un marco sostenible e inteligente).
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Que potencie la habilidad para transformar las ideas en actos.
Si no te acuerdas de cómo eran las tres dimensiones de las que habla la primera regla, no te preocupes, te lo refrescamos en los siguientes enlaces:
De todas formas, para ayudarte en el proceso: